Convencida de que la empatía, la confianza y la inspiración son importantes para construir equipos sólidos y entornos de crecimiento, apuesta por una gestión cercana, colaborativa y con propósito. En esta entrevista, compartió los pilares de su filosofía de trabajo, los desafíos del sector y su visión sobre el rol transformador de la educación en el Paraguay del futuro.
¿Cuál es la habilidad que todo gerente debería tener?
Creo que hoy, más que nunca, la empatía es la habilidad más valiosa que un gerente puede cultivar. Poder entender y conectar genuinamente con las necesidades, motivaciones y sueños de cada miembro del equipo construye un ambiente de confianza y colaboración real. Además, confiar e inspirar son dos atributos fundamentales en el liderazgo. La confianza se teje día a día con la transparencia, la honestidad y la coherencia en cada acción. Inspirar, por su parte, es encender esa chispa que impulsa a otros a alcanzar su máximo potencial, conectándolos con un propósito más grande que ellos mismos. Estoy convencida de que la confianza y la inspiración son los pilares que sostienen a los grandes equipos.
¿Qué es fundamental para liderar un equipo?
La comunicación clara, efectiva y humana es el corazón de un buen liderazgo. No se trata solo de transmitir mensajes, sino de saber escuchar de verdad. De crear un espacio donde cada voz se sienta valorada, donde compartir ideas y preocupaciones sea natural y genuino.
¿Cuál es su filosofía de trabajo?
Trabajar en educación me enseñó a abrazar una filosofía profundamente colaborativa. Creo en construir ambientes de aprendizaje donde estudiantes y educadores crezcamos juntos, nutriéndonos de la curiosidad y el respeto mutuo. Aprender nunca es un camino solitario: es una aventura compartida.
¿Cómo ve el crecimiento del rubro y cuáles son las expectativas para este año?
Soy optimista. Veo un futuro muy prometedor en el mundo de la educación, impulsado por la digitalización y por la necesidad creciente de talento en el mercado laboral. Este año, espero que sigamos adaptándonos con agilidad, innovando en metodologías, y ofreciendo experiencias educativas que transformen vidas y acompañen a las nuevas generaciones a construir un mundo mejor.
¿Qué momento de su vida marcó un aprendizaje importante en su carrera?
Tuve dos momentos que marcaron profundamente mi vida. El primero fue muy joven, durante mi paso por la Aneaes mientras estudiaba Derecho. Allí descubrí mi verdadera pasión: la educación, y entendí la inmensa responsabilidad de formar a los futuros líderes.
El segundo fue un curso de liderazgo en DENDE, que me enseñó una de las habilidades más valiosas: ver el bosque y no solo el árbol. Me dio una visión integral de nuestro país, de lo que realmente significa vivir en democracia. Aprendí la belleza de pensar diferente, de saber escucharnos y respetarnos, y entendí que la educación es una de las herramientas más poderosas para construir una sociedad más justa y plural.
¿Cuál es su mayor fortaleza y cuál es su mayor debilidad?
Considero que mi mayor fortaleza es la flexibilidad cognitiva: la capacidad de adaptarme, de ajustar mis métodos y cambiar de perspectiva cuando encuentro mejores argumentos. En cuanto a mi debilidad, diría que a veces asumo más responsabilidades de las que debería, y eso puede hacer que me sienta abrumada. Pero cada día trabajo en encontrar un mejor equilibrio.
¿Con cuál tecnología se lleva mejor y cuál le da más pelea?
Me considero una entusiasta de la tecnología. Me gustan los desafíos y me recuerdan que uno nunca deja de aprender. Disfruto especialmente explorar las herramientas de inteligencia artificial, las plataformas de gestión educativa y las apps de trabajo colaborativo. A veces puede ser desafiante mantenerse al día, pero para mí es una oportunidad constante de crecimiento.
Un libro o podcast que todo ejecutivo debería leer o escuchar
Recomiendo "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" de Stephen Covey, un clásico que nos ayuda a gestionar mejor nuestro tiempo y nuestras relaciones. Y también "Encuentra a tu persona vitamina" de Marian Rojas Estapé, un libro que invita a rodearnos de personas que nos impulsen, que nos den energía y que nos acompañen en nuestro crecimiento emocional y personal.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
La lectura y el ejercicio son mis grandes aliados. Leer alimenta mi mente y mi curiosidad insaciable. Hacer ejercicio me ayuda a encontrar la calma y el equilibrio, permitiendo que mi cuerpo trabaje mientras mi mente descansa y se renueva.
¿Qué es lo último que hace siempre cuando termina de trabajar?
Al finalizar cada día, me regalo dos momentos esenciales: primero, conversar con mis padres, una costumbre que me llena de amor y gratitud. Luego, hago un pequeño resumen mental: qué salió bien, qué puedo mejorar y qué desafíos me esperan mañana. Siempre trato de cerrar el día con un profundo agradecimiento, sabiendo que cada jornada es una oportunidad para crecer y seguir avanzando.