“En mayo se lanzó el concurso; luego se inició el proceso de primera selección en el que se evaluaron puntos como la trazabilidad y del uso de herramientas tecnológicas en las parcelas”, explicó la directora de calidad e inocuidad del Senave, Leticia Soria.
La directora señaló que la siguiente evaluación sería en octubre y en ella se analizarán tanto la clasificación como el aspecto de los productos que se pueda verificar a simple vista; sin embargo, la finalización de la competencia sería en diciembre, ya que según señaló, primeramente, se va a analizar poscosecha.
“La cebolla tiene que durar en poscosecha. Por eso es que después de cosechada vamos a guardar los productos y a ver cuáles son las cebollas que duraron más. Porque eso está directamente relacionado con el curado de la cebolla”, sostuvo.
La ingeniera señaló que el cultivo de la hortaliza es un rubro que se está expandiendo a nivel nacional, lo que representa un enorme potencial si se logra que se mantenga durante más tiempo en poscosecha.
La directora mencionó que el principal problema por el que atraviesa la producción nacional es el curado, debido a que los productores están acostumbrados a cortar durante la cosecha; y la cebolla requiere que se espere a que sus hojas se caigan solas y que se eliminen solas sin un corte para conseguir un buen curado y con ello mantener satisfecho el mercado por mayor tiempo.
“El objetivo es que en vez de vender todo en octubre y noviembre, logremos que nuestro producto llegue hasta febrero con buena calidad. Para eso tenemos que lograr hacer bien el proceso de curado”, señaló Soria.
En principio, para la competencia fueron seleccionados 50 participantes que cumplieron con los requisitos, de los cuales 25 lograron avanzar a la siguiente etapa y continúan hasta la fecha. Para el concurso, los interesados tenían la posibilidad de inscribirse con cualquier variedad de cebolla nacional.
“Ahora es temporada de cosecha de la cebolla tempranera; sin embargo, ninguno de nuestros concursantes presentaron este tipo de cebolla y se prevé que ofrezcan más medianera, ya que esa variedad presenta una mejor coloración y mejor curado”, explicó.
Entre los puntos a ser evaluados, la ingeniera señaló que cuentan con un reglamento en el que se establecen los requisitos generales como limpieza, cebolla bien curada, las cáscaras que tengan buena coloración, que cubran bien el bulbo, que no tengan ningún olor extraño, eso en cuanto a requisitos generales.
“Luego tenemos una clasificación en cuanto a calibre y categoría. El calibre está relacionado directamente con el tamaño y la categoría se refiere a la presencia de ciertos defectos como manchas u otros. Con esos criterios vamos a evaluar a los concursantes, y eso está reglamentado”, finalizó.