El cambio de paradigma comenzó en 2021, cuando se promulgó la Ley 6822/21, que regula a los proveedores de servicios de confianza para las transacciones electrónicas. Esta normativa dio un marco legal al uso de blockchain en Paraguay, no para fines especulativos, sino como herramienta para digitalizar y garantizar jurídicamente activos, contratos, documentos y procesos en diversos sectores.
La gran apuesta paraguaya es la creación de una blockchain soberana: un sistema tecnológico desarrollado localmente que otorga seguridad jurídica a los activos y documentos electrónicos emitidos a través de ella. Esta característica la diferencia de otras blockchains globales que, si bien son descentralizadas, no ofrecen respaldo legal en caso de conflictos o fraudes.
“La blockchain soberana permite que cualquier activo digital creado dentro del sistema tenga validez jurídica en Paraguay. Esto no existe en el mundo y fue diseñado aquí”, explicó Prieto. El proyecto comenzó a desarrollarse en 2021 y culminó con la creación de la Cámara Paraguaya de Blockchain en 2024.
Uno de los sectores donde la tecnología tiene mayor potencial es el inmobiliario. La blockchain soberana permite tokenizar propiedades: terrenos, casas o departamentos pueden dividirse digitalmente en miles de fracciones representadas por tokens. De esta forma, cualquier persona puede invertir desde montos pequeños, accediendo a proyectos que antes requerían grandes capitales.
Por ejemplo, un departamento valuado en US$ 500.000 puede dividirse en 10.000 tokens de US$ 50 cada uno, abriendo la posibilidad a miles de inversores minoristas. Este modelo también permite financiar proyectos inmobiliarios desde etapas iniciales, facilitando el acceso a capital sin recurrir exclusivamente a grandes fondos o bancos.
Además, se abre la puerta a los mercados secundarios de tokenización, donde los tokens de propiedades pueden comprarse y venderse libremente, como acciones, generando liquidez y dinamismo en el sector.
Más allá del sector inmobiliario, la tecnología blockchain puede aplicarse a múltiples rubros. En la industria y la ganadería, por ejemplo, permite implementar sistemas de trazabilidad que siguen el recorrido de un producto desde su origen hasta su venta final. En el comercio, puede aplicarse para tokenizar inventarios, facilitando el control de stock, la valorización de activos y los procesos contables.
“Incluso pequeñas empresas pueden beneficiarse. Una empresa que fabrica termos, por ejemplo, puede tokenizar su producción, asociar los tokens a facturas electrónicas y mantener un registro digital del patrimonio. Este sistema reduce costos administrativos, mejora la transparencia y simplifica auditorías”, comentó Prieto.
Uno de los avances más significativos que plantea esta tecnología es la creación del "pago electrónico tokenizado". Este sistema permitiría convertir depósitos en tokens específicos, eliminando la necesidad de cartas de crédito tradicionales y facilitando transacciones nacionales e internacionales de manera rápida, segura y verificable.
En un futuro cercano, los bancos deberán adaptarse a esta nueva realidad. Se espera que los depósitos tokenizados y el pagaré electrónico reemplacen gradualmente los sistemas actuales, resolviendo problemas como el fraude con documentos físicos y agilizando el acceso a financiamiento.
“El objetivo es construir un hack financiero regional, donde los países puedan comerciar y transferir activos digitales sin los riesgos ni las trabas de las criptomonedas globales”, señaló Prieto. Esto permitiría, por ejemplo, que empresas paraguayas tokenicen sus activos en la Bolsa de Valores local y los ofrezcan al mundo sin depender de centros financieros extranjeros como Nueva York o Singapur.