“Las posadas turísticas no son lugares de fiesta, al contrario, son lugares alejados donde la gente está resguardada y tiene suficiente espacio para evitar aglomerarse, entonces no constituimos un peligro. La restricción de circulación tampoco nos afecta puesto que normalmente la gente llega a una posada a la mañana o tardecita de modo que no significa una traba muy grande”, expresó.
Bareiro admitió que muchos establecimientos ya recibieron cancelaciones debido al temor e incertidumbre de los clientes, pero que a la vez otros interesados ocuparon las plazas liberadas. En estos casos explicó que la mayoría de las posadas establece un plazo de cancelación, y en el caso de que sea con anticipación se mantiene el beneficio de reagendamiento, incluso durante los próximos seis meses, dependiendo del hospedaje. Por el contrario, si la anulación se da 24 horas antes de la fecha pactada o en el día, el usuario pierde la seña.
“De hecho que un cierre, especialmente si llega en Semana Santa, representará un prejuicio económico bastante grande para nosotros ya que es el último movimiento grande de la temporada y necesitamos esas fechas para seguir manteniendonos los meses siguientes porque tampoco sabemos cómo se manejará la gente durante el otoño-invierno, normalmente los paraguayos nos salen en esa época, aunque podría darse que se mantenga un ritmo continuo si es que la gente sigue con esta necesidad de salir un poco y despejarse de la ciudad”, comentó Bareiro respecto a la posibilidad de volver a la fase 0 de aislamiento.
La vocera de la red, que aglutina cerca de 278 posadas, agregó que durante la pandemia por primera vez los establecimientos vivieron un periodo más largo de operación, puesto que usualmente su temporada alta radica en cuatro meses, esta vez, sin embargo, se extendió desde la habilitación del rubro en agosto hasta la fecha teniendo movimiento continuo dependiendo más que nada del departamento de ubicación. Los destinos dentro de un rango de 100 km de Asunción y Central son los más beneficiados.
Finalmente Bareiro expuso que de volver a las restricciones del 2020, el rubro buscará desarrollar y ofrecer otras alternativas con el objetivo de seguir operando. “Hoy día las posadas también son un espacio de alternativa para la gente que desee hacer home office en un lugar seguro, ventilado y tranquilo, tuvimos casos de gente que alquiló por un mes para trabajar y disfrutar de un entorno natural, también personas que necesitan aislarse en algún lugar, hay varios otros productos que podemos ofrecer y que vamos a ir viendo de acuerdo a la situación”, concluyó.