Prof. Dr. Victorio Enrique Oxilia Dávalos, PhD en Energía, de nacionalidad paraguaya, investigador y docente de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción en el Grupo de Investigación en Tecnologías Verdes (GITV), con 38 años de experiencia en el sector energético de América Latina y el Caribe, explica que la eficiencia energética está contemplada en la Política Energética Nacional, tanto en la actual (al 2050) como en la anterior (al 2040).
"El Gobierno viene tomando medidas institucionales desde el año 2011, cuando se creó el Comité Nacional de Eficiencia Energética, que sigue funcionando, aunque con recursos limitados", señaló Oxilia en conversación con InfoNegocios. Pese a esas limitaciones, destacaó avances concretos, como la reducción del consumo de biomasa sólida en industrias (hornos más eficientes en la cerámica decorativa) y fogones eficientes para la cocción de alimentos.
También resaltó el trabajo en normas nacionales: "Las normas técnicas son de adopción voluntaria; no obligatoria. Falta avanzar en todo este tema del etiquetado de eficiencia energética y establecer ciertas reglamentaciones obligatorias", explicó. El especialista agregó que, en el país, solo hay reglamentación para el etiquetado de lámparas fluorescentes compactas, aunque existen normas técnicas para otros equipos.
El sector privado, sin embargo, ha tomado la delantera. "La asociación Green Building Council viene trabajando bastante en la certificación de edificios. El aire acondicionado representa gran parte del consumo de electricidad, pero no se trata solo del equipo, sino también de la aislación térmica y el diseño del edificio", comentó.
En el ámbito industrial, Paraguay muestra interés por la eficiencia energética, pero con desafíos. "Las industrias paraguayas muestran interés en la eficiencia energética, pero ello exige inversiones", explicó Oxilia. La Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) apoya proyectos de eficiencia energética en pymes y realiza capacitaciones.
Pese a ello, "aún no tenemos organizaciones que estén con la certificación ISO 50001 de Gestión de la Energía", recordó. En cuanto al consumo, "las industrias, después del sector transporte, son las que más consumen energía, principalmente biomasa, no tanto electricidad, a excepción de las criptomineras y data centers". Entre las industrias con alto consumo de biomasa destacan la cerámica, caleras y secado de granos.
Oxilia sostuvo que el transporte sostenible es esencial para avanzar. "El mayor avance se daría con el impulso al transporte sostenible con el uso de electricidad para el transporte público de pasajeros y el uso de mayor cantidad de biodiésel en las mezclas con el diésel para el transporte de cargas", explicó.
Paraguay ya lidera la región en uso de energías renovables, gracias a la hidroelectricidad y la biomasa, pero el experto subrayó la necesidad de avanzar en nuevas fuentes: "Debe avanzar en nuevas fuentes, como el uso de energía solar y eólica y en la certificación de biomasa sostenible".
Consultado sobre si el ahorro de energía se entiende más como una necesidad ambiental o como estrategia económica, Oxilia es claro: "El ahorro energético implica incremento de productividad económica, competitividad, pero también tiene una repercusión ambiental".
Agregó que "menos consumo energético significa menos emisiones de partículas al aire, menos Gases de Efecto Invernadero y mejor calidad del aire", y pone como ejemplo el transporte eléctrico: "El motor eléctrico es mucho más 'limpio' que los motores de combustión interna. Aún deben resolverse algunos problemas de disposición final de baterías".
El especialista, que fue secretario ejecutivo de la (OLADE), apuntó la importancia de mirar a los vecinos. "Tenemos excelentes ejemplos de regulaciones, incentivos y buenas prácticas en países como Brasil, Chile, Colombia y México. El país puede contar con el apoyo de todos estos países en términos de cooperación técnica y de estrategias", afirma.
En algunos países, como Chile y Colombia, se aplican impuestos al carbono para reducir emisiones, mientras que México y Brasil han establecido normas de desempeño energético mínimo de equipos. "Paraguay todavía tiene mucho camino por recorrer, pero puede aprovechar estas experiencias y cooperación regional", concluyó Oxilia.
Paraguay cuenta con bases sólidas y experiencias exitosas, pero para que el ahorro de energía deje de ser un esfuerzo voluntario y aislado, es necesario convertir las normas voluntarias en políticas obligatorias y fomentar la colaboración entre gobierno, las industrias y toda la sociedad en general.
Tu opinión enriquece este artículo: