El índice del Planeta Vivo publicado a fines de 2018 señala que las poblaciones globales de especies de vertebrados disminuyeron en un 60% en poco más de 40 años y que esto se debe principalmente a la sobreexplotación y la agricultura relacionadas a la actividad humana. Así también, explica que el consumo descontrolado del ser humano está debilitando gravemente la capacidad de la naturaleza para proveer energía y sustento a nuestras vidas, sociedades y economías puesto que a nivel mundial la naturaleza proporciona servicios para la humanidad con un valor aproximado de US$ 125 billones al año.
Por otra parte, algunos hablan de la sexta extinción masiva y sería la primera causada por el ser humano, según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
El análisis informa que entre las amenazas que sufre la biodiversidad se encuentra la pérdida o degradación del hábitat, referente a los cambios en el ambiente en que se desarrollan las especies, ya sea por su completa eliminación, su fragmentación o la disminución de la calidad o características esenciales. Esto se debe generalmente a la agricultura insostenible, la tala, el transporte, el desarrollo residencial o comercial, la producción de energía y la minería.
En cuanto a los peligros más comunes por los que pasa un recurso vital como el agua dulce, son la fragmentación de los ríos y arroyos y la extracción de agua.
Otra causa que está destruyendo el planeta es la sobreexplotación de las especies, esto incluye a la cacería insostenible, la caza furtiva y las capturas, sea para la subsistencia o por el comercio. De igual modo, comprende la caza accidental normalmente realizada por las pesquerías.
La contaminación, por otra parte, afecta a las especies cuando convierte el ambiente en un lugar inadecuado para la supervivencia, un ejemplo es el derrame de petróleo y otra manera puede ser cuando altera la disponibilidad de alimentos y la reproducción teniendo como consecuencia la reducción de la población.
Lo nombrado anteriormente también conlleva a un conflicto entre animales, cuando los invasores compiten con los nativos por el espacio, los alimentos u otros recursos. Por último, se encuentra el cambio climático cuyas consecuencias impactan en la migración, la reproducción y la alimentación de la fauna.
Según el informe, la disminución en las poblaciones de especies se da de mayor manera en los trópicos como Centro y Sudamérica, que han sufrido una grave reducción del 89% en comparación con 1970. Casi el 20% de la Amazonía ha desaparecido en tan solo 50 años, y actualmente la agricultura comercial ha llevado a la pérdida del 40% de los bosques en los trópicos y subtrópicos de la Tierra.
Otro dato alarmante es que la Tierra ha perdido aproximadamente la mitad de sus corales de aguas someras en los últimos 30 años, el problema radica en que casi 200 millones de personas dependen de los arrecifes para protegerse contra las marejadas ciclónicas y las olas.