Enfocándose en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente el número 5 Igualdad de género y el 10 Reducción de las desigualdades, la investigadora consideró que son muchos los cambios que deben realizarse en el país para lograr un avance verdadero en el país. Además, consideró que “el sector privado posee mucha relevancia en el tema y que debe operar en conjunto con el Estado en busca del progreso”.
“Para lograr el crecimiento y desarrollo lo primero que hay que atacar son las desigualdades de todo tipo, no solo las económicas sino también las de género, de grupos becarios entre otros. Es ahí donde hay que empezar a mirar, cuáles son las condiciones en el mercado laboral, cómo se inserta la población al trabajar, si es un trabajo de calidad, si es competente, si está garantizada una remuneración igualitaria entre hombres y mujeres y si hay seguro social. Es este tipo de asuntos los que debemos cuestionar primero, para después decir que realmente el crecimiento económico favorece al desarrollo”, expresó Zavattiero con respecto a la problemática de desigualdad y en cuanto a un desarrollo efectivo del país.
Atendiendo los últimos índices de desenvolvimiento, desde el 2003 al 2017, la economía y la población creció, demostrando un PIB per cápita de aproximadamente US$ 5.000 en 2017 y el aumento de la cantidad de bienes y servicios a disposición de los habitantes, sin embargo, ante estos registros las condiciones de vida no han mejorado, arrojando cifras negativas tanto en salud como en educación y derechos de las mujeres.
“Si bien crecer económicamente es una condición necesaria para el desarrollo porque de esto se obtienen los recursos para invertir en servicios, bienes públicos y sociales, las desigualdades detienen el crecimiento para llegar al desarrollo, al distribuir de manera desigual los bienes productivos del país”, manifestó la investigadora.
Así también agregó que hay muchos desafíos por vencer para llegar a la igualdad, como el empoderamiento de las mujeres, es decir, liberar a las mujeres del trabajo no remunerado, de las tareas del hogar para que puedan estar disponibles y en igualdad de condiciones que los hombres en el mercado laboral. Además, trabajar con el sector privado para dar a conocer las distintas problemáticas y que realmente accionen en pos de erradicar la diferencias al momento de contratar empleados y en cuanto a responsabilidad social, trabajar con la academia para aportar con investigaciones y con el sector de las organizaciones no gubernamentales. Todo esto como trabajo en conjunto a modo de solución.
Por último, nos comentó que existen varias empresas miembros del Pacto Global, “hoy son más las empresas que están comprometidas en mostrar su responsabilidad social, cosa que dos décadas atrás no existía, entonces creo que sí es posible acabar con las diferencias. Animo a más corporaciones y a ejecutivos a que trabajen en esta línea y en consonancia con lo que el Gobierno viene planteando”, concluyó.