“Las malas emociones se convierten en mala productividad para las empresas”

“Las empresas contratan a las personas por sus capacidades intelectuales, pero a la hora de despedir, lo hacen por sus reacciones, por su actitud y sus estados emocionales”. Leticia Centurión, directiva de EM Consultores nos comenta acerca de la importancia de la inteligencia emocional en las compañías.

Una de las razones por las que Leticia Centurión comenzó a interesarse por la inteligencia emocional fue por su experiencia como consultora. Le llamó la atención que cada vez más dueños de negocios se quejaban de que sus trabajadores al recibir formación específica, solo aumentaban su productividad y eficiencia los primeros días de la capacitación. Después, todo volvía al letargo habitual.

Buscando la raíz del problema, Leticia comenzó a investigar, entrevistando uno por uno a los trabajadores, y con la ayuda de una psicóloga, los sometió a un test, que arrojó resultados inmediatamente, descubriendo que eran muchos los empleados que no se sentían felices cumpliendo las funciones que tenían encomendadas, porque dichas funciones no se ajustaban a su perfil psicológico o porque no eran de su agrado.

“Había gente tímida en ventas o en atención al cliente, personas con mucha energía y ganas de conversar en una oficina solos, otros muy creativos haciendo trabajos monótonos”, comenta Leticia.

"Daniel Goleman, autor del best seller Inteligencia Emocional, dice en su libro que en las empresas se ve gente estresada, desmotivada y que esto ocurre en primer lugar porque no están haciendo lo que les gusta, en segundo lugar porque tienen creencias limitantes y en tercer lugar porque no tienen la personalidad o el carácter adecuado para la función que desempeñan. No es que la persona no sea buena trabajando, es que está en el lugar equivocado. Y eso lo frustra en lo profesional, porque no tiene oportunidad ni la motivación para desarrollar sus talentos".

Otras de las razones para la desmotivación que redunda en la productividad y la eficacia de los trabajadores, según Leticia es “que las empresas en su mayoría se preocupan casi exclusivamente por producir, y creen que los seres humanos son máquinas, pero en realidad los seres humanos son emociones. Entonces las empresas deben aprender a gestionar emocionalmente a sus recursos humanos, que de hecho ya no se le llama así, precisamente por esto se habla de gestión del talento humano, cosa que en la mayoría de las empresas aún no existe”.

También falta claridad en la selección de personas para ocupar determinados puestos de trabajo, según la consultora, razón que explicaría el auge de las empresas que se dedican en exclusiva a buscar candidatos adecuados para las empresas.

¿Por qué es tan importante desarrollar la inteligencia emocional en las empresas?

“A nosotros en el colegio nos enseñan materias, pero no nos enseñan acerca de nuestras emociones. Nadie nos dice cómo enfrentarnos a la muerte de un ser querido, al fracaso, a las falsas expectativas, a la violencia de otras personas. No nos enseñan a gestionar nuestras propias emociones, ni tampoco a gestionar las emociones de las personas con las que nos relacionamos”.

“Existen investigaciones científicas que demuestran que la falta de gestión emocional genera en el ser humano bloqueos fisiológicos. Nosotros tenemos dos maneras de intercambiar con la realidad, siempre cambiante: adaptándonos o reaccionando. La adaptación te permite ser proactivo, te adaptas a las situaciones emocionalmente y fluyes con los problemas.  De eso se desprende creatividad, aprendizaje y otras herramientas que te serán útiles para la vida”.

“Pero cuando no tenés una buena gestión emocional, vivís reactivo, porque hay una función básica del ser humano que es defenderse ante situaciones de peligro, y la mente humana no distingue entre una situación de peligro real y una imaginaria. Esa es la razón por la cual viendo una película que sabemos que no es real, generamos todo tipo de emociones: risa, llanto, miedo, etc. Cuando vos tenés un pensamiento negativo tipo: si fallo mi jefe me va retar, el cerebro lo percibe como una situación de peligro y se bloquea, generando un secuestro emocional, volviéndote reactivo”.

“En situaciones de ese tipo o te bloqueás, o salís corriendo, o reaccionás contra alguien o incluso contra vos mismo, enfermando tu cuerpo”.

La falta de gestión emocional está en relación con el hecho de que una persona se encuentre en el puesto de trabajo equivocado, y que ni la misma persona, ni los encargados de RRHH se hayan percatado de ello. Generando desmotivación y con ello una bajada en la productividad y en la eficiencia del personal.

“Generar inteligencia emocional desde las empresas implica una inversión para la productividad de esa empresa”, asegura Leticia Centurión, “porque vamos a cuidar así el estado emocional que repercute en mi labor y en la relación con el que está a mi lado, y además, voy a generar un ambiente menos reactivo y con mayor capacidad de producción”.

“Hay empresas que se resisten aun a ver esto. Al principio era muy difícil trabajar en ese sentido, ahora ya me llaman para que les ayude con las personas, para que les de herramientas para manejar y/o evitar situaciones de estrés que redunden en secuestros emocionales”.

¿De qué manera pueden las empresas incorporar la gestión emocional para manejar mejor el talento humano?

“En la mayoría de los países se está trabajando en esto desde las neurociencias, teniendo en cuenta por ejemplo la biología del cerebro, las diferencias entre el hombre y la mujer, y también entre las distintas edades, etc.

“Es importante realizar un análisis sociológico de los candidatos, antes de que se conviertan en colaboradores de la empresa, estudiar la etnia, la cultura de la que provienen, porque hay rasgos de personalidad y de carácter que vienen dados por la cultura del grupo donde se nace. Y eso impacta en lo emocional, en la manera cómo reaccionan las personas a las distintas situaciones”.

“Hay que tener en cuenta todos los aspectos del ser humano que influyen en su conducta y por tanto en su desempeño: su edad, su situación personal, el momento en el que se encuentra, etc”.

“Vos podés tener los mayores masterados pero si no tenés la actitud adecuada ni la inteligencia emocional para afrontar los desafíos o las relaciones con el otro, quizás no seas apto para el puesto”.

“La gente se preocupa de hacer estudios pero no de levantar su autoestima, se preocupa de hacer masters y doctorados, pero no en hacer entrenamientos de gestión emocional. Y teniendo en cuenta que un porcentaje importante de la comunicación es gestual, y que en las entrevistas de trabajo hay personas que están pendientes de eso, muchas veces no nos dan el trabajo por lo que está comunicando nuestro cuerpo, que no es lo que estamos diciendo con palabras”.

“Esto ha de hacerse también con los gerentes, porque de nada sirve que lo empleados hagan todo ese trabajo y llegue el jefe y los secuestre emocionalmente otra vez“.

“El secreto está en desarrollar herramientas para la asertividad, que marca autoestima, seguridad personal, personalidad y sobre todo respeto y coherencia”.

“No hay liderazgo sin inteligencia emocional. Si no te lideras a vos mismo no podés hacerlo con los demás. Se lidera con el ejemplo, como las mamás con sus hijos”.

“Educar en gestión emocional es el secreto. Ya lo dijo otro gran referente: una empresa feliz es una empresa exitosa. Y la felicidad está muy relacionada con la sabiduría para gestionar las emociones propias”.

Sobre Leticia Centurión

Cabeza de EM Consultores, Leticia Centurión es Lic. en Marketing y Administración de Empresas, tiene maestría en Administración de Negocios y es Conferencista Internacional, es miembro de la Asociación de Conferencista Hispanos, integrante del directorio de la Red Global de Mentores y representante en Paraguay de la Red Internacional de Emprendedores. Actualmente, combina sus funciones como asesora de empresas con la enseñanza universitaria y la capacitación de empleados.

Para contactar con EM Consultores llamar al 0984 623 033/

(MA)

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