En el hemisferio norte del globo, los países de Europa y Norteamérica ya se enfrentaron a drásticas temperaturas nunca antes vistas en su verano normal. En el hemisferio sur y muy específicamente en países como Paraguay, se presencia el ascenso de la temperatura, que se intensifica con los incendios forestales.
Según el médico especialista en clínica médica, Mariano Galeano, el principal efecto del calor es el dolor de cabeza, seguido de debilidad y mareos. Así también, advirtió que quienes tienen mayor riesgo de complicaciones –que pueden resultar incluso en fallecimiento- son los niños, los adultos mayores, y personas con enfermedades crónicas que necesitan medicación diaria.
Otros síntomas de golpe de calor y deshidratación por calor recordados por Galeano y señalados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), son la piel seca, más rosada y caliente de lo normal, pulso rápido e intenso, náuseas, malestar general, calambres y pérdida del conocimiento, siendo estos últimos los más graves ya que pueden derivar en coma y la muerte.
¿Cómo actuar?
Para evitar el golpe de calor, se recomienda permanecer hidratado; esto significa beber al menos tres a cuatro litros de agua, en suministros fraccionados durante todo el día (por ejemplo, cada una hora, aún sin tener sed). Además, es crucial no exponerse al sol en horarios de 10:30 a 15:00 y en lo posible, evitar toda actividad física en ese lapso. A su vez, el doctor Galeano recalca que es importante el consumo abundante de frutas y verduras.
En el caso de encontrarse con un golpe de calor o con alguien que lo esté padeciendo, se debe actuar de manera progresiva –no brusca- humedecer rostro, cabeza y brazos; trasladarse al lugar más fresco posible; acudir al centro de salud más cercano o llamar al centro de auxilio más cercano.
La OPS apunta que la mayoría de los fallecimientos por olas de calor se deben al agravamiento de enfermedades infecciosas o crónicas (cardiopulmonares, renales, endocrinas y psiquiátricas). Otros síntomas incluyen: edemas en miembros inferiores, erupción en cuello por calor, calambres, dolor de cabeza, irritabilidad, letargo y debilidad.