¿Se trata de la antesala de su desaparición o quedará como alternativa de pago, y en qué casos son imprescindibles hoy día?, al respecto, el analista expresó que los cheques siguen siendo un instrumento importante para el cierre de operaciones comerciales, pero al igual que otras herramientas usadas en el comercio y en el sistema financiero, se verá afectado por la tecnología.
La llegada de la tecnología no solo facilita el uso de herramientas, sino que aumenta la oferta de estas. Además, hay un cambio del perfil de los empresarios y comerciantes, quienes serán más afines al uso de servicios como el Sipap.
Sin embargo, remarcó que hay cosas que los medios de pagos digitales no pueden hacer, como tener un documento físico (cheque) que se pueda dejar en una escribanía para realizar el pago solo si se dan ciertos preceptos como, por ejemplo, la firma de escrituras y contratos.
De igual forma, el cheque puede ser usado como instrumento de garantía dentro de una operación de compra a crédito. “Es una práctica que se realiza comúnmente dentro del comercio nacional”, indicó.
También se puede usar como herramienta de liquidez. “No es una práctica recomendable, pero me ha tocado ver este tipo de uso entre clientes. No lo recomiendo porque la tasa de descuento suele ser alta”, precisó.
Dijo que además existen límites, techos de montos para el uso del Sipap u otro sistema de pago electrónico. “Si usamos una pasarela de pago, entendamos que tendrá un costo de tantos puntos básicos y porcentaje en comisión”, apuntó.
“No creo que pensar que el cheque será obsoleto es algo asertivo. Tiene un uso muy especial, por sus características y aplicaciones que no son reemplazables por la tecnología”, aseveró, y si bien no avizora una caída del instrumento a corto plazo, estima que en 10 años podríamos ver ya un descenso importante del uso del cheque a nivel global.
Según el informe, la utilización de los cheques como medio de pago continúa siendo inferior a años atrás. Su caída en desuso pudo haberse debido a la acelerada digitalización, inflación y la menor actividad económica.
Los datos consignan que en el 2022 se compensaron 6,9 millones de cheques por un total de G. 106,1 billones (US$ 14,4 mil millones), con caídas interanuales de 8% y 1,3%, respectivamente.
Puntualiza que tras el rechazo de 11.106 cheques en diciembre por valor de G. 214,5 mil millones, el 2022 cerró con 144.168 cheques rechazados, que llegan a G. 2,6 billones (US$ 352,3 millones), lo cual equivale a un aumento interanual de 21% y 33% en la cantidad y montos acumulados, respectivamente.
Acerca de las principales razones del rebote en 2022, se destacaron el aumento de la causal cuenta cancelada, que se duplicó. En menor medida están la inhabilitación para operar en cuenta corriente, la orden de no pago y la insuficiencia de fondos.