Para Maahsa, una de las industrias nacionales más longevas del país, el cierre de año tiene un fuerte componente simbólico. “Navidad y el arranque de un nuevo año representan unión, reencuentro y la oportunidad de poner en alto los valores, la misión y la visión empresarial”, señaló Franca Morábito, vicepresidenta de la compañía. No es un dato menor tratándose de una empresa con 100 años de trayectoria, donde hoy conviven activamente la tercera, cuarta y quinta generación familiar.
En términos comerciales, las fiestas impulsan una alta rotación de productos vinculados al hogar. Los domisanitarios y cosméticos fabricados por la firma —como insecticidas, desodorantes de ambiente, detergentes, jabones y repelentes— ganan protagonismo en un contexto donde las familias preparan sus casas para recibir visitas.
A esto se suma un hito reciente para la industria paraguaya: los rones San Onofre, elaborados por Maahsa, obtuvieron Doble Oro en la New York Spirits Competition, un reconocimiento internacional que refuerza el posicionamiento del producto en fechas de celebración. “Que la unión, la esperanza y la paz nos encuentren celebrando nuestra identidad como paraguayos, con un futuro cada vez mejor”, auguró Morábito.
“La longevidad de Maahsa se explica por la innovación constante y la confianza del consumidor”, subrayó la vicepresidenta, quien adelantó que la empresa trabaja con un plan de crecimiento sostenido para la próxima década, reafirmando su apuesta por la industria nacional.
Desde otro ángulo, el de la ciudad y la experiencia urbana, el Shopping Mariscal encara las fiestas como mucho más que una temporada de ventas. Para Jorge Mendelzon, vicepresidente de Penta SA, Navidad y Año Nuevo son una oportunidad para consolidar al Mariscal como el corazón del barrio, un espacio donde la gente elige quedarse, encontrarse y vivir la ciudad.
La estrategia combina campañas comerciales, beneficios bancarios, activaciones culturales, eventos y horarios extendidos, apoyados en herramientas digitales como PIP, la app del grupo. Todo ello con el objetivo de potenciar el tráfico y las ventas sin perder el foco en la calidad de la experiencia. “Entendemos las fiestas como un momento de encuentro, no únicamente de consumo”, explicó Mendelzon.
Esta temporada también funciona como una antesala de lo que viene: la transformación del shopping en Centro Urbano Mariscal, bajo el concepto de amenity hub, donde conviven comercio, gastronomía, cultura y vida urbana. Las expectativas son positivas, con fuerte movimiento en rubros como moda, regalos, electrónica, gastronomía y servicios, en un trabajo articulado con locatarios y aliados estratégicos. “Más allá de las tendencias globales, el foco está en una Navidad con identidad paraguaya, cercana, auténtica y alineada al ADN del Mariscal, reforzando valores como comunidad, barrio y cercanía”, indicó Mendelzon.
En el sector asegurador, el cierre de año tiene un ritmo intenso y, muchas veces, caótico. Así lo describe Manuel Fronciani, presidente de Seguridad Seguros, quien remarcó que diciembre concentra uno de los mayores volúmenes de trabajo del año. “Todos los canales quieren cerrar su año: bancos, agentes, concesionarias. Hay más velocidad, más movimiento”, explicó.
Aun en un mercado altamente competitivo, con presencia de multinacionales, banca y empresas vinculadas al Estado, la compañía cerrará el ejercicio con un crecimiento de entre 23% y 25%, y un destacado desempeño en automóviles, con subas cercanas al 30% desde julio. Las pólizas patrimoniales, agroindustriales y comerciales concentran la mayor demanda en este período.
Más allá de los números, Seguridad Seguros mantiene una tradición interna: la fiesta de fin de año como espacio de reconocimiento y distensión. “Premiamos a personas que se destacaron, sin importar el cargo. La fiesta es para divertirnos, sacarnos la presión y mirar el futuro como equipo”, concluyó Fronciani.