“El problema número uno que identificamos para que en Paraguay pueda haber un ambiente más amigable para los emprendimientos, es el financiamiento”, comenzó diciendo Diego Velilla, director de Frigomas y director suplente en la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
El empresario explicó que cualquier nuevo emprendimiento es de alto riesgo, pero reclamó que desde el Gobierno y desde el sector privado se debería generar capitales ángeles para poder desarrollar las nuevas ideas de los emprendedores y acompañar el crecimiento y la formalización de estas empresas.
“Esto es un ecosistema. Siempre digo que las iniciativas deben salir del Gobierno, que es el que tiene los contactos internacionales, con las oenegés, y con otros países que están más desarrollados en el tema de capital ángel”, agregó Velilla.
Por su parte, Luciana Abente, propietaria y directora de Artemera, manifestó que como emprendedora su principal desafío es llevar adelante su empresa sin ser “una experta gerente general con experiencia en todas las áreas”.
La empresaria refirió: “Yo me considero más una persona creativa, y al estar al mando de un emprendimiento que también requiere administración, contabilidad, es como un desafío personal que tengo; y también considero un tema no menor el hecho de tener que encontrar recursos humanos lo suficientemente formados como para cubrir ciertos cargos”.
En su caso particular el financiamiento no es un obstáculo, pues invierte sus propias ganancias en la empresa. Abrió un nuevo local de Artemera en noviembre del año pasado, con una inversión de G. 500 millones. Y acaba de renovar el look del sitio, destinando a esa finalidad G. 100 millones, provenientes de sus utilidades.
La voz oficial en esta discusión es la del viceministro de Mipymes, Isaac Godoy, quien recordó que el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) y el Banco Nacional de Fomento (BNF) desarrollaron programas específicos para apoyar a los microempresarios y emprendedores que están dando sus primeros pasos.
“También está el programa de financiamiento de la Fundación Paraguaya; y desde los fondos no reembolsables tenemos un programa con Taiwán, que va a destinar recursos no reembolsables enfocados en mujeres emprendedoras”, añadió Godoy.
Además, el Gobierno, a través del Sinafocal y de otros organismos, ofrece capacitaciones con fondos no reembolsables para fomentar el emprendedurismo y el desarrollo de nuevos negocios.
La necesidad de formación
Velilla hizo hincapié en otro obstáculo que encuentra el emprendedurismo: el déficit de educación, un problema que no solamente afecta a los emprendedores. “Mucho de lo que te enseñan en las universidades es cómo ser un buen operario y muy pocas te enseñan cómo tener tu propio negocio, qué hacer, qué no”, enfatizó.
Abogó por crear una campaña en ese sentido, ofrecer capacitaciones y, por sobre todo, “acompañar, porque el emprendedor es un artista, lo que tiene es la idea del producto, de cómo hacer y habría que generarle un espacio donde se le pueda estructurar para que eso pueda crecer”.
Velilla opinó que el proceso educativo referido debe iniciarse en el colegio, sin dejar de tener en cuenta la edad de los educandos. “La educación financiera es algo que tenemos que tener insertado en el chip, el ahorrar, el valorar el dinero, y si quiero tener un emprendimiento, lanzar un producto, cuánto es recomendable destinar a cada rubro”, señaló.
Pero, aclaró, por sobre todo se debe enseñar qué es lo que se tiene que hacer para conseguir fuentes de financiación, qué tener en cuenta desde el día uno. “Pasa todo por un sistema de educación que nos pueden servir de manera inmediata mañana y no conocimientos que recién te sirven 15 o 20 años después”, remarcó.
Hacia la formalización
En la actualidad existen 870.000 unidades económicas entre, micro, pequeñas o medianas empresas. De ellas, solo unas 260.000 cuentan con RUC, es decir, existe un alto porcentaje de informalidad tributaria. Y unas 47.000 están inscriptas en el IPS y en el Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT), según los datos proporcionados por Godoy.
“Estamos avanzando en facilitar el camino a la formalización. Primero a través de herramientas de facilitación directa; la ley de simplificación tributaria creó el régimen simple y resimple en materia tributaria, que están vigentes desde 2018 y se están implementando en todo el país”, afirmó Godoy.
Velilla enfatizó que en el sector industrial están convencidos de que de los emprendedores depende gran parte del mercado, “así que animamos a que la gente siga emprendiendo y que pueda encontrar en las industrias un proveedor que le pueda acompañar en el crecimiento”.