“Yo no minimizaría el aspecto comercial. Hay un interés de Meta en ofrecer una nueva manera para que las personas puedan expresarse por texto y compartir ideas. Meta ofrece con Instagram una experiencia basada en la imagen, y ahora está queriendo entrar en cuestiones de discurso porque Facebook como plataforma ha perdido cierta relevancia, en las nuevas generaciones principalmente”, expresó Eduardo Carrillo, analista de políticas públicas y derechos humanos de Tedic.
Threads comenzó a operar apenas un par de días después de que Twitter anunciara un límite para la lectura de tuits, que inicialmente sería de 600 diarios para cuentas gratuitas, aunque después Elon Musk resolvió ampliar a 10.000 para verificadas, 1.000 no verificadas y 500 para nuevas no verificadas. Al menos hasta el momento Threads no mencionó límites.
La irrupción de la red de Meta fue resonante y se reporta que en las primeras 15 horas obtuvo 30 millones de suscriptores. Pero al mismo tiempo hubo usuarios que manifestaron que tuvieron problemas para descargarla. Sin olvidar que todavía no está disponible en Europa por las dudas que hay en cuanto al cumplimiento de ciertos estándares en vigencia, como el reglamento general de la protección de datos personales.
El poder del dato
Todavía está fresco en la memoria lo que ocurrió durante la campaña para la presidencia de EE.UU. en el 2016, cuando Cambridge Analytica entró en la política de ese país con el objetivo de brindar al partido Republicano herramientas de big data para competir con el partido Demócrata con la promesa de desarrollar perfiles psicológicos detallados de cada votante, para que las campañas puedan adaptar sus lanzamientos de persona a persona.
En esa ocasión se obtuvieron los perfiles de alrededor de 50 millones de usuarios de Facebook, los cuales fueron manipulados en favor de la campaña de Donald Trump, ganador de las elecciones, mediante la creación de publicidad seccionada según cada perfil y creando noticias falsas. Cambridge Analytica también tuvo participación en la campaña por el Brexit.
Con esta muestra de poder ¿se puede sospechar que hay algo más que un interés comercial detrás de la pulseada entre Mark Zuckerberg y Musk? “Estamos hablando de empresas que concentran el tráfico global de internet, por lo que tienen un enorme poder sobre la manera en la que intermedian datos a través de algoritmos que definen qué información te va a llegar, dependiendo de tus intereses y de tu comportamiento dentro de las plataformas. Es un importante poder que tiene que ser tenido en cuenta”, aseveró Carrillo.
El experto destacó que el retraso de Threads para ingresar a Europa muestra cómo regulaciones robustas, que se vinculan a la protección de datos personales, generan prácticas distintas por parte de estas empresas en ciertos territorios y no necesariamente extienden esas prácticas a todo el mundo.
“Países como Paraguay o regiones como Latinoamérica, si bien están en un proceso de evolución en la manera cómo protegen datos, no tienen esta misma capacidad de negociación con las plataformas, y podríamos decir que hay estándares no iguales en materia de protección de datos por parte de estas empresas”, advirtió.
La máscara de Musk
La llegada de Threads generó un entusiasmo que solo el tiempo determinará cuál es su real dimensión. La gestión de Musk ya no despierta el interés del público y las críticas disminuyeron la popularidad de Twitter debido a los traspiés del multimillonario de origen sudafricano, lo que plantea la duda de si estamos ante un genio que ve mucho más allá que nosotros o que si simplemente mete la pata como cualquier mortal.
“No se puede entrar en la cabeza de Musk. Todas las personas cometen errores, y hace tiempo que está generando posicionamientos públicos como por ejemplo su posicionamiento en contra del desarrollo de sistemas de IA hasta que haya ciertas garantías o se entienda mejor el impacto de esa tecnología en las personas”, dijo Carrillo.
El profesional agregó que no sabemos si ese discurso se alinea al interior de la empresa o si es solamente es una estrategia para limitar la manera en la cual potenciales competidores pueden entrenar sus sistemas en una plataforma como Twitter y luego lanzar nuevas ofertas en el mercado.
¿Quién ganará? “Hay que ver cómo Threads va evolucionando y cuál es la relevancia que vaya adquiriendo en los próximos meses. El anuncio del cambio de políticas de WhatsApp hizo que se descargara en gran escala las plataformas Signal y Telegram como alternativas de mensajería pero no sé si esa respuesta de los clientes se reflejan posteriormente en un cambio de práctica en la manera de cómo consumen”, remarcó.
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