Con más de dos décadas de experiencia, comenzó su carrera en 1994 en el área de seguros, un sector tradicionalmente dominado por hombres. Sin embargo, su pasión y dedicación la llevaron a ocupar puestos de creciente responsabilidad en La Consolidada, donde hoy es gerente general.
¿Cómo empezó su carrera?
En 1994 comencé mi carrera profesional en el área de los seguros, siendo funcionaria de El Comercio Paraguayo y luego de La República de Seguros. En 2001 se produjo la fusión entre La República y La Consolidada de Seguros, de cuya familia formo parte desde esa fecha.
En La Consolidada de Seguros empecé ocupando el cargo de jefatura del departamento técnico en el área de emisión de pólizas. Luego de ocho años asumí el puesto de gerente comercial, después de haber culminado mi maestría en gestión de empresas. En el 2021 me nombraron directora comercial, luego en octubre del 2023 fui nombrada gerente general de la compañía, lo cual me llena de honor y orgullo, tomando este desafío con mucha responsabilidad.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse?
El rubro de seguros generales, así como otros, era totalmente dominado por hombres en tiempos anteriores. Las mujeres teníamos poco espacio para desarrollar nuestro potencial, pero en mi caso siempre tuve el apoyo de mi padre, quien estuvo a mi lado desde el inicio de mi carrera profesional. Él me supo transmitir su conocimiento y experiencia, con lo que me fue más fácil desempeñarme en las diferentes áreas del negocio.
¿Cuál considera que es su mayor éxito?
Creo que el logro más importante es poder mantener a la empresa entre las líderes del mercado, luchando mano a mano contra la inversión en el rubro de grandes capitalistas extranjeros, la incursión en el mercado de seguros de las entidades bancarias con su gran cartera de clientes, y esto no es algo malo, al contrario, fomenta la competencia y nos obliga a superarnos constantemente como empresarios. No nos permite tomar una actitud pasiva, debemos adelantarnos a los cambios, innovar siempre para seguir siendo una empresa referente en el rubro.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera?
Gracias a Dios yo puedo decir que recibí los mejores consejos posibles al inicio de mi carrera empresarial, ya que mi padre fue el Dr. Juan Carlos Delgadillo, una gran figura reconocida y admirada en el rubro del seguro, a nivel nacional e internacional, quien siempre estuvo a mi lado, acompañándome en cada paso que di en las diferentes etapas de mi vida profesional. Él me enseñó que ante situaciones difíciles que me toquen vivir, lo que debo hacer es detenerme, respirar, analizar y luego actuar.
Pero mi consejo para otros empresarios es marcar un objetivo claro, medible y por sobre todo ser perseverante, ya que el éxito no llega de la noche a la mañana. Como líderes debemos aprender a escuchar y saber comunicar a nuestro equipo, ya que para mí esta es la clave del éxito.
¿Es el Estado un aliado o un problema para las empresas? ¿Qué le reclamaría?
Hasta el momento el Estado ha logrado equilibrar las políticas públicas con las necesidades del sector empresarial, lo que ha llevado a una economía sostenible. Por tanto, no se puede considerar al Estado un problema para los empresarios, haciendo mención que siempre podrán existir oportunidades de mejora. En el sector asegurador, hemos visto un crecimiento continuo que acompaña la expansión económica del país y una mayor valorización del seguro, a pesar de que su contribución al PIB es aún pequeña, viene mostrando un crecimiento constante.
Como sugerencia, creo que sería beneficioso que los representantes empresariales participen más en la elaboración de nuevas reglamentaciones; esto ayudaría a asegurar que las normas sean justas y adecuadas para cada sector, garantizando condiciones iguales para todos.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
En cuanto a las bondades no tenemos miedo en tomar riesgos, somos agresivos comercialmente, confiamos constantemente en que vamos a tener éxito y en lo que emprendemos, pienso que esto es fundamental para el crecimiento de nuestras empresas, y un defecto quizás sea la resistencia a la profesionalización de la gestión completa de la empresa.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Es de vital importancia. El mundo de los negocios evoluciona cada vez más rápido. Lo que nos da nuestra sola experiencia ya no es suficiente. Con la formación profesional, tanto carreras universitarias, como cursos y seminarios de actualizaciones, una persona no solo recoge su propia experiencia, sino que adquiere conocimientos basados en las experiencias de todos los involucrados en un rubro específico, en este caso el de los negocios. El manejar una empresa sin formación profesional involucra una gran desventaja frente a aquellas que sí tienen en cuenta este aspecto.
¿Un libro que todo CEO debería leer al menos una vez en su vida?
El libro Vayamos adelante de Sheryl Sandberg es sumamente inspirador. Es la historia de una mujer quien a pesar de contar con varios aspectos que lamentablemente son motivos de discriminación, supo triunfar en una de las empresas más poderosas del mundo, y en la cual dominaban los hombres. Te hace sentir que no existen límites para el crecimiento personal y profesional cuando uno se propone y se enfoca en el éxito.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
El factor clave para que el equipo esté motivado es hacerlos partícipes en los diferentes procesos que conllevan a los objetivos de la empresa. El liderazgo participativo es el que logra el éxito, ya que les da el justo valor e importancia a todos los miembros del equipo y consecuentemente ellos también son responsables de los logros.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Me gustan las cosas sencillas, como mirar un atardecer, comer algo rico, tomar un buen vino, leer mis libros favoritos, charlar con mis amigas, hacer actividades físicas y viajar con mi familia. Esta última actividad es la que me llena el alma, ya que me permite acercarme más a ellos, siendo que diariamente mi vida laboral no me deja brindarles el tiempo que ellos se merecen. Estos viajes son como un bálsamo para mi alma, porque es el momento en el que verdaderamente me encuentro conmigo misma y con ellos.