La peste en Paraguay
En julio de 1899 un barco neerlandés, proveniente de Rotterdam, que transportaba arroz al país, trajo consigo ratas infectadas con peste bubónica, la cual se disemina mediante la picadura de las pulgas que se alimentaron de la sangre del animal enfermo. Los primeros casos se dieron en Asunción, que en ese entonces tenía 40.000 habitantes, específicamente en el barrio La Encarnación, donde enfermaron 37 soldados. Pronto las personas de barrios adyacentes también se enfermaron y siguiendo el camino de la vía férrea de la época, el mal llegó a Villarrica. Para febrero de 1900 se declaró extinta la epidemia, la cual se cobró la vida de 114 personas. La aparición de este brote propició la creación del Consejo Nacional de Higiene, que esbozó por primera vez la administración sanitaria de Paraguay.
El primer sanatorio privado
En 1900, el médico italiano Domingo Scavone junto a su colega Luis Zanotti Cavazzoni abrieron el primer sanatorio quirúrgico privado de Paraguay. Cinco años después, Scavone junto a sus hermanos Miguel y Laviero, abrieron la Botica y Droguería de la Catedral, en lo que hoy es Eligio Ayala e Independencia Nacional. Fue en 1916 que se mudaron a la esquina de Independencia Nacional y Palma, donde actualmente permanece el local de Farmacia Catedral.
Mujeres pioneras en la medicina
En 1924 Gabriela Valenzuela de Franco Torres y Froilana Mereles egresaron de la Facultad de Ciencias Médicas, convirtiéndose en las primeras médicas mujeres de Paraguay.
La palanca para el desarrollo farmacéutico
Hasta principios del siglo XX los medicamentos recetados se debían mandar a preparar en las boticas, y recién a partir de 1920 se importaron los primeros medicamentos industrializados. Lo que impulsó la industrialización de la farmacéutica nacional fue la Guerra del Chaco, debido a la gran demanda de medicamentos, el país sufrió un desabastecimiento de los mismos.
Un nazi que falleció en Clínicas
Cuando un hombre de 63 años ingresó al Hospital de Clínicas de Asunción el 26 de julio de 1977, los médicos que lo atendieron no supieron mucho de su identidad, puesto que fue encontrado inconsciente en la pensión donde vivía. Solo sabían que era checoslovaco y se llamaba Federico Wegener. Más tarde se supo que llegó de Buenos Aires unas semanas antes.
Si bien en el transcurso de los días se recuperó, para el 10 de agostó su condición empeoró bruscamente y falleció a raíz de un infarto del miocardio. Al día siguiente se conoció mediante una publicación del diario ABC que el hombre era Eduard Roschmann, quien fue capitán de las SS, también conocido como el Carnicero de Riga, debido a que se le atribuyó la responsabilidad de la muerte de unos 40.000 judíos, por lo que era uno de los criminales de guerra más buscados.