Victoria Sánchez de Tinta Para el Alma, Matías Zaracho de Flamingo Tattoo y Carlos “Pitito” Rodríguez de Pitito Tattoo, compartieron con infoNegocios el pulso actual del tatuaje, evolución, estilo y contexto económico.
Victoria Sánchez, tatuadora y fundadora de Tinta para el Alma, vierte su estilo en el fine line, caracterizado por trazos delicados, minimalismo y gran nivel de detalle. "Requiere mucha precisión y control, utilizo máquinas rotativas y agujas finas, lo que me permite lograr resultados elegantes y bien definidos. Además, cuido mucho todo el proceso, desde la higiene hasta el trato personalizado con cada cliente”, contó.
Para Victoria, la estética tiene tanto peso como el contenido emocional. Hoy muchos clientes buscan tatuajes con significados personales: fechas, nombres, símbolos, recuerdos, pero también hay una demanda creciente por tatuajes meramente visuales, que adornan zonas visibles del cuerpo por pura belleza. “El tatuaje es hoy tanto una forma de expresión emocional como una forma de arte corporal”, dijo.
Matías Zaracho, dueño de Flamingo Tattoo, también es artista visual y fusiona su amor por la naturaleza con el arte del tatuaje. Especializado en líneas finas, florales y diseños personalizados, “creo un diseño a partir de lo que la persona me cuenta. Muchas veces hay historias de pérdida, recuerdos profundos o deseos de representar algo significativo”, comentó. Matías integra el dibujo, la pintura y la botánica en su obra. Su estética responde a una visión artística integral. “Mezclo el mundo artístico con mi gusto personal. Todo va de la mano”, dijo.
Además, resalta la evolución tecnológica del sector: "Hoy tenemos máquinas más precisas, iPads para diseñar, agujas y tintas específicas según el estilo. Cada tatuador se especializa y eso eleva el nivel del trabajo”.
Por otro lado, Carlos “Pitito” Rodríguez, trabaja en realismo en blanco y negro o a color representa el nivel más técnico y exigente del tatuaje artístico. “Para hacer realismo tenés que ser artista. No solo es saber dibujar, es tener una percepción total de la imagen y saber cómo interpretarla sobre la piel, no es lo mismo que pintar un cuadro”.
Pitito se inició en el rubro hace ocho años, anteriormente las máquinas debían armarse a mano y el acceso a insumos era limitado. Hoy, los materiales se importan fácilmente y muchos nuevos tatuadores inician su carrera haciendo cursos online. Esto, según él, democratiza el acceso, pero también genera una saturación del mercado con profesionales poco preparados. “Hoy hay muchísimos tatuadores que ofrecen promociones 4 por 100 mil, y la gente va por precio, no por calidad”, manifestó.
Rodríguez resaltó la importancia de la bioseguridad, la profesionalización y la ética en el oficio. “El tatuaje no se borra. No se elige por precio, se debe elegir por calidad”, puntualizó.
Los especialistas coinciden que el tatuaje contemporáneo tiene múltiples motivaciones. Está el componente simbólico y emocional, donde una imagen encarna un recuerdo imborrable; está el impulso estético, donde el cuerpo se convierte en un lienzo vivo; y está también la influencia de las redes sociales y las tendencias visuales, especialmente entre los más jóvenes.
“Hoy ves a chicas que se hacen mini tattoos por todo el cuerpo porque vieron en TikTok”, explicó Pitito. “Es una moda, y muchos van por eso. Pero el tatuaje no es ropa, no te lo podés cambiar”, sentenció.