Doutreleau aseguró que existe una alta demanda de empresas de distintos rubros, desde inmobiliarias, bancos hasta odontologías, que entienden el valor del marketing olfativo.
El sentido del olfato cobró protagonismo en el mundo corporativo. Ya no se trata únicamente de ofrecer un espacio limpio y visualmente atractivo, sino de conquistar a los clientes desde el momento en que cruzan la puerta. “El olfato está íntimamente relacionado con el recuerdo y las emociones, uno puede crear un vínculo, una marca emocional, a través del aroma”, comentó.
Un ejemplo claro de este poder lo ofrece la reconocida marca Abercrombie, cuya tienda se volvió sinónimo de una fragancia específica. “Una vez que entras, ese olor queda grabado en la memoria. Esa es la huella emocional que queremos lograr con nuestras creaciones”, contó.
El trabajo de ArteParfum va mucho más allá de ofrecer una fragancia agradable. Lo que hacen es diseñar el odotipo, es decir, la identidad olfativa que represente la esencia de la marca. “Es como el logo, pero para el olfato”, describió.
El proceso comienza con una entrevista en profundidad con el cliente: “Les preguntamos qué quieren transmitir, cuál es la personalidad de su marca. No es lo mismo crear un aroma para un banco que para una tienda de ropa infantil”, explicó Doutreleau.
El desarrollo de esta identidad olfativa puede tomar entre uno y tres meses. Requiere pruebas, ajustes, interpretación subjetiva y, sobre todo, intuición. “Poner en palabras lo que uno quiere o siente con el olfato es muy complejo. Lo visual me ayuda, pero muchas veces el cliente cambia de idea cuando huele algo inesperado”, agregó
Doutreleau comparó la creación de fragancias con la música: “Es una composición de muchas notas, no es simplemente elegir un aroma. Hay más de mil tipos de rosas, cinco mil tipos de jazmines. Trabajamos con materias primas nacionales e importadas, y la calidad varía muchísimo. Todo eso influye en la creación de un buen aroma”, indicó la copropietaria.
Una de las principales innovaciones que ofrece ArteParfum son las máquinas difusoras con nanotecnología, que permiten perfumar espacios automáticamente. “Se programan según la necesidad del cliente: la hora, los días, la intensidad… y así se aseguran de que el espacio esté perfumado constantemente, sin depender de una persona que se acuerde de hacerlo”, indicó Jessica.
Estas máquinas se ofrecen en modalidad de alquiler. “El contrato es anual y el precio parte desde G. 180.000 mensuales, dependiendo del tamaño del espacio, el servicio incluye la máquina, el aroma personalizado y una visita mensual de mantenimiento, recarga y ajuste”, agregó.
Una de las solicitudes más desafiantes provino de una inmobiliaria. “Nos pidieron un aroma que refleje los valores y la esencia de su empresa. Es un proceso de co-creación que no se logra de un día para otro. A veces toma meses encontrar la combinación justa de notas que represente exactamente lo que el cliente quiere”, recordó.
ArteParfum no se detiene. Con una base sólida de clientes en Paraguay, la empresa apunta a diversificar sus líneas de productos y fortalecer su presencia en el mercado corporativo. Además, están en plena fase de desarrollo de nuevas esencias y tecnologías de perfumado ambiental.