La Cave Monalisa Paraguay recibió a Clovis Taittinger, encargado del departamento de exportación de una las marcas más conocidas de champagne en el mundo. Se aprovechó además la ocasión para nombrar al restaurante Josephine de Talleyrand, como el lugar que se convirtió en embajador de Taittinger en Paraguay.
El champagne es ideal para los momentos hermosos de la vida. Es un símbolo festivo y el acompañante privilegiado de la felicidad. “Monalisa y Taittinger comparten un mismo propósito que es ofrecer productos de calidad”, empezó diciendo Clovis. “También compartimos el placer de transmitir, a través de Taittinger, una historia”, agregó.
Taittinger está presente en 140 países. En Francia, Reino Unido y Estados Unidos la marca cuenta con una mayor presencia, pero, según el representante y heredero de la marca, existe una relación muy fuerte de amistad con los paraguayos y más aún con la familia Hammoud. “Estamos orgullosos de ser reconocidos en este país”, resaltó.
“Actualmente en el mundo no hay muchas bodegas que sean familiares y menos que muestren su apellido en la etiqueta. Con esto buscamos tener una relación especial con el consumidor. La presión real de cada día no es la de pagar las cuentas, sino hacer un buen champagne”, manifestó.
Artesanos de un viñedo
La bodega, incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es muy famosa por hacer un vino muy distinto a partir del Chardonnay. El mismo desempeña un papel primordial en los ensamblajes, siempre más de un 40%. Cabe mencionar que, Comtes de Champagne, su vino de más alta gama, se elabora en su totalidad con esta uva.
La marca Taittinger cuenta con parcelas que cubren más de 300 hectáreas de cultivo. “Es el segundo viñedo más grande de champagne”, afirmó. Allí se elabora un producto completamente artesanal. Para ello trabajan 250 personas minuciosamente manteniendo una tradición ancestral.
Taittinger produce aproximadamente 6 millones de botellas. El resultado del arduo trabajo es un producto ligero, fresco, fácil de beber y, sobre todo, muy elegante. “Es perfecto tanto para los conocedores del vino como para aquellas personas que están incursionando en este apasionante mundo”, recomendó.
Clovis espera que dentro de 20 o 30 años Taittinger siga siendo la misma marca de siempre. “Hacemos vinos boutique y quiero conservar este espíritu con el correr de los años”, destacó el director de esta bodega que se encuentra en los alrededores de la ciudad de Reims, en la Butte Saint-Nicaise, un sitio con más de 18 siglos de historia.
Finalmente, Clovis dijo que el secreto de la marca no se basa en crear nuevas etiquetas, sino en crear una relación de confianza con el consumidor. El directivo mencionó que Monalisa es una empresa de lujo que representa productos de calidad, con historia, con alma y tradición y destacó que esta es una marca que cumple con todos los requisitos. “Taittinger es una marca de confianza”, aseguró.
Es así como, una vez más, Monalisa nos presentó un universo lleno de lujo de la mano de la Maison Taittinger. Encontrá las etiquetas de esta afamada marca en Ciudad del Este y en Asunción.