Detrás del proyecto está Arcadio Bogado, quien decidió apostar por un rubro que, si bien ya conocía de cerca, supo redireccionar desde su propia visión. Empezó vendiendo remeras personalizadas, pero fue durante la pandemia que el rumbo cambió. Sus hermanas habían comenzado a trabajar con máquinas láser para grabados y eso lo inspiró a ir más allá. Tomó lo aprendido, sumó creatividad y creó una propuesta propia, con identidad y alma.
El nombre tiene un aire místico, y no fue elegido al azar. Artemisa es una diosa griega, asociada a la naturaleza y la protección, una figura femenina fuerte que, según Arcadio, encajaba perfecto con el espíritu juvenil y emocional que querían transmitir con la marca. Buscaban algo amplio, que no sonara técnico ni frío. Y lo lograron.
Aunque están ubicados en la capital, Asunción, Artemisa ofrece envíos a todo el país, con delivery en Gran Asunción y opciones de transportadora para otras ciudades. Pero su alcance va más allá del territorio nacional ya que hay productos que viajan hasta España u otros destinos, llevando consigo pedacitos de historia y afecto.
Llaveros, relicarios, termos, bombillas y hasta tarjetas personalizadas con fragancias; cada detalle es parte de un conjunto pensado para emocionar. Arcadio cuenta que muchos de sus clientes envían fotos familiares, frases especiales o recuerdos de seres queridos que ya no están. “La gente nos dice que al regalar, la otra persona se puso a llorar. Es muy común que nos cuenten eso”, relata.
La tienda se convierte así en una especie de puente emocional porque es muy frecuente que, en fechas como el Día del Padre o el Día de la Madre, reciban pedidos de fotos de hijos con sus padres, o incluso de bebés que ya no están, en memoria de una pérdida. No solo se trata de celebrar, sino también de recordar con amor.
Los productos más solicitados son los llaveros y los relicarios con fotos, que rondan los G. 135.000, accesibles considerando el nivel de personalización que incluyen. Aunque también ofrecen otros objetos como guampas o termos grabados, su especialidad son aquellos que logran contar una historia, sin palabras, a través de una imagen o una frase que queda grabada para siempre.
Artemisa es, en definitiva, un emprendimiento con alma y de esos que no solo buscan crecer como negocio, sino dejar una marca emocional en la vida de quienes reciben sus productos y sin dudas, un ejemplo de cómo un pequeño objeto puede significar tanto.