“Este no es un tema nuevo, la OCDE hace tiempo ya está promoviendo iniciativas en este sentido, como las normativas para frenar el avance de las BEPS, que son estrategias que usan las multinacionales para aprovechar los precios de transferencia de un país y llevar sus ganancias a otro con tasas impositivas más bajas”, manifestó. Además, nombró la existencia de un acuerdo de monitoreo de los precios de transferencia, que también mantiene relación con la tendencia de la OCDE.
Asimismo, señaló que la propuesta de EE.UU., liderada por la secretaría del Tesoro, Janet Yellen, consiste en acordar una tasa impositiva mínima del 15%, que representará más ingresos para los estados, pero no necesariamente una reducción significativa de la rentabilidad de las multinacionales. “Estamos en una pandemia y se necesita hacer refuerzos en el área de salud, investigación, capacidad de producción de vacunas y los países grandes deben cumplir con un porcentaje de cooperación para el desarrollo para que los ODS no se frenen”, enmarcó.
¿Habrá fuga de capitales?
Un caso de fuga de capitales que fue mediático en los últimos tiempos fue el que realizaron algunos youtubers españoles, que para pagar menos impuestos sobre la renta comenzaron a mudarse a Andorra, donde el tributo no supera el 10% de las ganancias. Según Molinas, con un impuesto mínimo global no ocurriría algo similar porque no dará un aumento unilateral en un país, ni tampoco alcanzará a emprendimientos que no estén categorizados como grandes corporaciones con operaciones en distintas partes del mundo.
“Esta medida va en la dirección correcta, pero no será la única medida para luchar contra la pandemia. Hay que decir que 15% sobre la renta es razonable, teniendo en cuenta que en Paraguay el sistema tributario está equiparado al 10% y se paga 15% para remitir utilidades”, aseveró. Además, aclaró que la afectación en Paraguay será mínima y los ajustes que se realizarán no serán elevados.
Cambios en normativas
El rubro agroexportador hizo público en varias oportunidades su pedido al Ejecutivo para reglamentar la legislación sobre los precios de transferencia que fue incluida en la última reforma tributaria. En líneas generales, los referentes del sector argumentan que, por la falta de claridad al momento de remitir utilidades a la matriz de las multinacionales, Paraguay no recibe inversiones grandes desde hace varios años.
“Habría que pensar si la legislación actual ya posee elementos para hacer ajustes vía decreto reglamentario o se tendrá modificar la ley. A mi criterio no es buen momento para modificar leyes, sería mejor una medida Ejecutiva cuando ya se tenga un consenso global sobre el nuevo impuesto”, finalizó Molinas.