“Este año tenemos como meta ampliar la superficie de producción, en 2018 tuvimos una producción estimada de 10.700 toneladas, y este año tenemos proyectado sumar por lo menos 50% más. Vamos a estar ampliando los departamentos con la implementación de granjas integrales y fincas modelos, como ya lo veníamos haciendo”, así lo afirmó la doctora Susana Barúa, responsable del área ictícola dependiente de la Coordinación Social de la Entidad Binacional Yacyretá.
Señaló que para alcanzar la meta, las gobernaciones y municipios han incorporado a su política de gobierno la piscicultura como un rubro productivo, “algo muy positivo con lo que anteriormente no contábamos. Ya se incluyó el departamento de Misiones y también se va a ampliar en Itapúa. Otros departamentos en los cuales estamos trabajando son San Pedro, Caaguazú, Ñeembucú, entre otros”, aclaró.
“Ya hay un presupuesto destinado para la piscicultura. Hemos venido trabajando muy bien y se está viendo el fruto de ese trabajo en la finca de los productores”, destacó.
Barúa comentó que apuntan siempre a fomentar la producción dos especies, tilapia y pacú, pero en especial la tilapia. “Buscamos que los productores puedan tener ingresos rápidos y con esta especie se logra a los seis meses. El pacú sería como una caja de ahorro para el productor, ya que recién al año, genera ingresos directos a través de su comercialización”, resaltó.
Con respecto al proyecto de producción de alevines y cultivo de surubí, el cual se puso en marcha en noviembre del año pasado, indicó que actualmente se está trabajando en transferencia de tecnologías en el Centro Nacional de Producción de Alevines, ubicado en la ciudad de Eusebio Ayala.
“Ya tenemos las primeras larvas de surubí, pero es importante aclarar que durante el primer año se trabaja en infraestructura, transferencia de conocimientos a los técnicos y en producción a pequeña escala. Recién a fin de año estarían disponibles los primeros alevines, que van a ser distribuidos a los productores a nivel país”, manifestó.
Explicó que el surubí precisa por lo menos dos años de engorde para su comercialización, “pensamos en el surubí como tercera especie a producir porque es muy requerido comercialmente y también con el objetivo de preservar nuestros recursos ictícolas. Todos los países trabajan con sus especies nativas para proteger sus recursos naturales. La idea es que nosotros también lo hagamos y que además podamos fortalecer también la Región Occidental, que tiene grandes reservorios de agua, que son utilizados para la explotación ganadera”, enfatizó.
Por último, resaltó que los programas que se inician y se basan en la educación y transferencia de tecnología y conocimientos son sustentables, “no sirve de nada entregar un estanque al productor, donarle los alevines y todo lo que se requiere, si este no recibió la capacitación adecuada. Para que el proyecto sea un éxito, los productores deben capacitarse”, finalizó.