Asimismo, Brasil compensará a los usuarios brasileños la concesión que realizó a Paraguay, por lo que el precio de la electricidad finalmente no variará. Según publicaciones de medios importantes como Valor, de Folha de Sao Paulo, el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva inyectará US$ 900 millones.
Aunque el acuerdo pareciera ser favorable al Paraguay, los miembros del Consejo de Administración, los ministros de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, de Industria y Comercio, Javier Giménez y de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, comentaron que no podrían realizar precisiones sobre lo acordado porque todavía falta sellar el mecanismo que acompaña la modificación de la tarifa.
“Próximamente se dará el avance final de las negociaciones de la tarifa. Las negociaciones tienen muchos aspectos: por una parte, la tarifa, por otra, el plan operativo, y finalmente iniciar todo lo referente al anexo C”, expresó el canciller.
El martes a la mañana el presidente Santiago Peña mantuvo una reunión en el Palacio de López con la secretaria general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, María Laura Rocha, el ministro de energía de Brasil, Alexandre Silveira y los miembros del consejo del lado paraguayo.
El cierre en US$ 19,28 por kW/mes representa en cierta forma una concesión por parte del gobierno de Lula, que tenía el desafío de bajar la tarifa final para los usuarios brasileños, después de que la administración de Jair Bolsonaro haya trabajado para que el vecino país pague una tarifa en torno a los US$ 10 por kW. Supuestamente, ese monto correspondería por la amortización total de la deuda por la construcción de Itaipú.
Oficialmente, Peña había solicitado al Brasil a que se cierre una tarifa en US$ 22 sobre kW/mes, propuesta que no podía aceptar Lula, y por ende se jugó por una reducción intermedia, que incluyen US$ 900 millones de inyección para compensar el ajuste, que se distribuirán en tres partes durante tres años (US$ 300 millones por año).
El valor de la tarifa estará vigente desde este periodo hasta el 2026. Los consejeros paraguayos añadieron que próximamente Peña y Lula volverán a juntarse para ampliar los detalles de este acuerdo; sin embargo, no dieron fecha. El último cambio de tarifa fue registrado en 2022, cuando bajó a US$ 20,75 de US$ 22,60 por kW/mes.
Según el ingeniero e investigador de Conacyt, Victorio Oxilia, en el corto plazo, dicho acuerdo es lo que corresponde, debido a que la nueva tarifa seguirá generando excedentes financieros extraordinarios para Paraguay, cuyo uso debe ser transparente y orientado a mejorar la infraestructura de la ANDE, además de mejorar la salud, la educación, la ciencia y tecnología.
“Si uno considera que el costo unitario del servicio de electricidad, siguiendo estrictamente el Anexo C actual, es del orden de US$ 10,28 kW/mes; entonces la tarifa anunciada arrojaría un beneficio adicional al tratado, para cada país, del orden de US$ 660 millones a US$ 680 millones”, ejemplificó.
El ingeniero subrayó que este valor que está siendo difundido totaliza US$ 2.000 millones para Paraguay, que deberán blindarse para el uso en el sistema eléctrico y que esos recursos no se destinen a gastos rígidos. Respecto a si lo acordado es “peor o mejor”, dijo que depende del paquete de medidas que se negocie finalmente.
“Por ejemplo, el compromiso de iniciar y concluir la revisión del Anexo C en el corto plazo es un beneficio que podría conseguirse en el actual paquete de medidas. Además, está el Acuerdo Operativo que hasta 2023 permitió aplicar condiciones muy favorables de contratación para ANDE”, finalizó.