Pero décadas de investigación apuntan a la conclusión de que, en este caso, la sabiduría popular se equivoca. Un intelecto superior no equivale necesariamente a un mejor rendimiento. El 70% del tiempo, personas con un coeficiente intelectual medio superan a aquellos con coeficientes intelectuales más altos. No es que el intelecto no sea importante, pero hay otros factores que influyen en obtener un alto rendimiento.
La aparición de un nuevo cociente mental basado en el rendimiento apoya este argumento. La inteligencia emocional, o IE, es el poder de discriminar entre diferentes sentimientos, de etiquetarlos de manera apropiada y de utilizar la información emocional que recopilas para guiar tu pensamiento y conducta.
También es un elemento clave de adaptación: si alguna vez te has visto adoptando un tono más expresivo al hablar con niños, o comiendo con más cuidado en una primera cita de lo que lo hubieras hecho comiendo solo, has estado usando tu IE. Sin ella, no serías capaz de gestionar y adaptar tus comportamientos instintivos o la forma en que reaccionas a las complejidades sociales.
Un reciente estudio de TalentSmart reveló que el 90% de los trabajadores mayor rendimiento obtienen una alta puntuación en inteligencia emocional. Dicha investigación sugiere que puedes tener un alto rendimiento sin inteligencia emocional (intelecto únicamente), pero es poco probable. Las personas con una alta IE ganan más que aquellas con un baja IE, y por cada punto que aumenta la inteligencia emocional añade 1.300 dólares al salario anual. Estos hallazgos son universales y representan a trabajadores en todas las industrias, en todos los niveles, en todas las regiones del mundo.
Entonces, ¿por qué la inteligencia emocional mejora el rendimiento? Hay muchos factores. Principalmente, los trabajadores con alta IE son mejores en trabajar en equipo, liderar proyectos y adaptación al cambio. Disfrutan de mejores relaciones sociales con sus colegas y en las negociaciones, y están constantemente buscando maneras de mejorar el trabajo que hacen. Desarrollar la IE es, por lo tanto, una de las estrategias de carrera más inteligentes y eficientes que puedes emplear.
Para aumentar la IE general, el psicólogo Daniel Goleman destaca cinco pilares sobre los que la gente puede trabajar para mejorar sus competencias:
1. Autoconocimiento: Si puedes desarrollar un buen sentido de autoconciencia, comprenderás mejor tus fortalezas y debilidades, además de cómo tus acciones afectan a los demás. Esto te permitirá evaluar continuamente tu rendimiento e identificar aquellas áreas que requieran mejoras.
2. Autorregulación: Ser capaz de revelar tus emociones de manera madura y ser moderado en escenarios de alta presión es clave para tu IE. En lugar de reprimir tus sentimientos, deberías tratar de expresarlos con moderación y control.
3. Motivación: Las personas emocionalmente inteligentes se auto motivan; buscan cosas más allá del dinero y el estatus. Las personas con alta motivación son resistentes y optimistas frente a la decepción; al medir tu éxito como una ambición interior, más que material, te será más fácil superar reveses.
4. Empatía: La empatía es compasión y entendimiento de la naturaleza humana. Desarrollarla te permite conectar con otras personas a nivel emocional y responder genuinamente a sus inquietudes.
5. Habilidades personales: Las personas que son emocionalmente inteligentes son capaces de construir una relación de confianza y compenetrarse rápidamente con los demás, en sus equipos y fuera de ellos. Si puedes aprender a disfrutar en lugar de tolerar a la gente, y respetarlos incluso si no compartes sus opiniones, es más probable que te confíen posiciones de alto riesgo y altos salarios que requieren un talento para la diplomacia.
Fuente: BBVA