De acuerdo a la experta en DataStoryteller, Insight & Innovation, Karina Besprosvan, la publicidad desde sus orígenes, nació para contar las historias, es decir para hacer storytelling, ya que tiene como misión generar impacto en las personas, la de no dejar a la gente indiferente ante las distintas situaciones. Besprosvan participó hace un par de semanas de la tercera edición del 2i Industrias de Innovación en nuestro país.
“El objetivo principal es que los mensajes impacten en algún grupo de la sociedad, haciéndolos cambiar de forma positiva. Esta función viene desde hace miles de años, ya que desde las primeras civilizaciones se han ido contando historias que perduran con el paso del tiempo, por eso la publicidad tienen la noble función de implementar este sistema para ofrecer mensajes de calidad e impacto”, afirmó.
Contar genera un comportamiento
Más que la importancia de vender un producto en particular, el storytelling tiene la capacidad de atraer personas hacia un mensaje, en el cual cualquier actor puede sentirse identificado, porque vivimos situaciones similares.
Entonces desde esa visión, una persona se siente atraída y representada con el mensaje, por eso aumentan las probabilidades de la marca, teniendo en cuenta que el individuo se alía con el concepto y entiende que esa marca lo representa ante la sociedad.
“Esta marca entiende mis problemas, esta campaña me está hablando a mí, me identifico con las palabras que usa, y es ahí entonces cuando por medio de esa actitud que se genera, es que las marcas pueden transformar esto en una acción de compra. Tiene una relación directa con la compra, pero primeramente deben pasarse todos los procesos de la historia para desencadenar en ese factor”, explicó.
A su vez, añadió que una publicidad que se base en hechos reales, en situaciones cotidianas que reflejen la vida de ciertas personas, va a generar este comportamiento de compra.
¿Publicidad es igual a venta?
Karina no cree posible que se venda un producto sin antes haberlo publicitado. “Antes usábamos la radio, luego los diarios, después la televisión, el cine y la vía pública, y así fuimos incorporando más medios para atrapar al público objetivo en los distintos puntos del día y actividades que realizan”, afirmó.
Hoy incorporamos más formatos de comunicación porque la gente se encuentra dispersa, hay mucha información dando vueltas, por eso es más complejo retener los mensajes.
“Si nosotros logramos que las personas recuerden a nuestras marcas o empresas, va a ser mucho más fácil el proceso de atracción, siempre adoptando los formatos más convenientes para su difusión”, dijo.
Storytelling y las empresas
No se trata simplemente de contar cualquier historia, sino de contar una significativa y ver cuál es la mejor forma de llegar al público.
“Lo primero es saber de qué está hablando la gente, cuáles son sus necesidades, qué temas les afectan, y conocer qué es lo que les interesa. A partir de ahí determinar si la marca puede tener un lugar para contar una historia sobre esto, siendo creíble desde su filosofía corporativa”, apuntó.
Si la respuesta es positiva a estas respuestas, es hora de contratar a especialistas en publicidad para que puedan contar bien las historias, aportando una solución a la problemática.