Según Maximiliano Samaniego, cofundador de HidroBio, el acuerdo busca proporcionar una experiencia integral que combine la teoría académica con la práctica real en el campo. “Queremos que los futuros profesionales del sector agroecológico salgan al mercado laboral con conocimientos aplicados y una visión más profunda de los desafíos y oportunidades que presenta la agricultura sostenible”, afirmó Samaniego.
Actualmente, la firma es un referente en la producción hidropónica en nuestro país, con una amplia variedad de cultivos que, gracias a esta modalidad, requieren hasta un 90 % menos agua que los métodos tradicionales. Entre su gama de productos destacan la lechuga, la rúcula, la albahaca, el perejil, el cilantro y el tomate cherry, todos cultivados bajo estrictos estándares de sostenibilidad y eficiencia.
El referido convenio es la primera alianza formal de la firma con una institución académica. Sin embargo, actualmente se encuentran en negociaciones con otras entidades educativas, tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de aumentar su apuesta por la capacitación técnica para el crecimiento del sector hidropónico en nuestro país.
Paraguay, según Samaniego, tiene un gran potencial para convertirse en un centro de producción agroalimentaria en Sudamérica, superando incluso a países vecinos como Argentina y Brasil en algunos aspectos. “Contamos con ventajas estratégicas, como una ubicación geográfica privilegiada, acceso a agua de excelente calidad y fuentes de energía renovable, lo que nos permite avanzar con paso firme hacia un futuro más sostenible y resiliente frente al cambio climático”, agregó el cofundador de HidroBio.
Según el profesional, la hidroponía propone un método de cultivo que se diferencia por su uso eficiente del agua, logrando una reducción significativa en comparación con otros métodos más tradicionales. “Mientras que los cultivos en suelo dependen de grandes volúmenes de agua, gran parte de la cual se pierde por evaporación o drenaje, con el sistema hidropónico el agua se reutiliza de manera constante, minimizando el desperdicio”, explicó Samaniego.
Teniendo en cuenta estos beneficios, la hidroponía se posiciona como una solución eficiente y sostenible para la producción de alimentos, alineada con las demandas actuales de seguridad alimentaria y preservación ambiental, especialmente en regiones con estrés hídrico. Además, representa una alternativa viable para el futuro de la agricultura. “De hecho, un cultivo de hortalizas como lechugas, tomates o pimientos puede operar con solo el 10 % del agua que requiere un sistema convencional”, puntualizó el especialista.