Dentro de este grupo, hay quienes son más vulnerables, por ejemplo, las niñas. Según un estudio realizado a nivel mundial por Dove, las niñas con menor estima corporal son más vulnerables a los impactos de la distorsión digital y el 45% de ellas utilizan la distorsión digital para sentirse más seguras de sí mismas, frente al 28% de las niñas que tienen una alta estima corporal.
Y la inseguridad con respecto a la apariencia repercute en otras áreas de la vida, 8 de cada 10 niñas con baja estima corporal optarán por no participar en actividades fundamentales de la vida, como relacionarse con la familia y los seres queridos, compartir su opinión, unirse a un equipo o club, o incluso salir de casa si no se sienten bien con su apariencia corporal. Además, 5 de cada 10 (54%) mujeres y 7 de cada 10 (72%) niñas con baja estima corporal no serán asertivas ni se apegarán a su decisión, esto incluye no pedir ayuda cuando la necesiten y no perseguir logros académicos.
Por su parte, la Universidad de Columbia, establece que el promedio de edad en que los adolescentes abren una cuenta en las redes sociales es a las 12 años y medio y cuanto más tiempo se pase navegando en las redes, es más probable que las personas experimenten ansiedad e incluso depresión a la larga.
Y lo que juega en contra es compararse constantemente con el otro, cuántos likes tiene una publicación, cuántos seguidores o amigos. A partir de una comparación negativa, empiezan los problemas.
Autoestima: la necesidad de cultivarla
“La autoestima es considerada como la valoración que se tiene de sí mismo, involucra emociones, pensamientos, sentimientos, experiencias y actitudes que la persona recoge en su vida”, de acuerdo al artículo La Autoestima, Proceso Humano, publicado en la Revista Electrónica Psyconex.
La baja autoestima se evidencia cuando las opiniones propias o ideas son consideradas de poco valor por uno mismo, así como enfocarse en las debilidades y errores propios, dar poco crédito a las habilidades y aspectos positivos de la propia persona, según al Clínica Mayo, Igualmente la dificultad de aceptar comentarios positivos y el miedo al fracaso son otras señales.
La autoestima se desarrolla desde la niñez temprana, por lo cual es clave la participación de los padres. En este sentido, Dove Proyecto para la autoestima pone a disposición herramientas para los padres y profesores, que ayudan a fortalecer la confianza corporal.
La plataforma incluye una sección llamada Redes sociales: filtros y Selfie talk para ayudar a los adultos a comprender los desafíos que enfrentan los jóvenes en línea. Fomentar la conversación y brindar consejos sobre cómo hacer de las redes sociales un panorama saludable en el que los usuarios jóvenes puedan prosperar, desde la selección de su feed de redes sociales hasta el reconocimiento de que las redes sociales son el carrete destacado de las “mejores partes" de las personas.