Las estrategias de Ball apuntan a mejorar el contenido reciclado en la lata de aluminio. Hoy el 78% de las latas de Ball son fabricadas con aluminio reciclado, que consume solo el 5% de la energía eléctrica necesaria en comparación con el aluminio primario. La firma asegura que incrementará estos porcentajes.
Asimismo, se busca la optimización de los procesos, haciendo que las plantas sean cada vez más eficientes, desde la instalación de sistemas y máquinas inteligentes hasta la reducción del consumo de energía, la utilización de iluminación natural y la reducción del consumo de gas natural en la producción, entre otras acciones.
También pretende mejorar su matriz eléctrica. Vale destacar que Brasil ya tiene una base eléctrica con un 84% renovable, pero Ball desea contribuir aún más con el medioambiente y espera que el 100% de la energía eléctrica usada en sus operaciones provenga de fuentes renovables, como la solar y la eólica. La estrategia incluye además promover el trabajo en conjunto con la cadena de proveedores para que ellos también reduzcan sus emisiones, especialmente en la industria de aluminio.
El compromiso fue aprobado por Science Based Targets, iniciativa internacional que establece metas para la reducción de Gases de Efecto Invernadero en las industrias, formada por Carbon Disclosure Project (CDP), United Nations Global Compact, World Resources Institute (WRI) y World Wide Fund for Nature (WWF).
Science Based Targets utiliza criterios rígidos de aprobación, en los que no está permitido solo neutralizar las emisiones, sino reducirlas de hecho. La organización acompañará la evolución de la compañía en su compromiso.
Metal reciclable
Entre los envases para bebidas, la lata es 100% e infinitamente reciclable. En Brasil es la número uno en reciclaje, con una tasa del 97,4%, además de tener la menor huella de carbono. “Ball fue la primera empresa del mundo en el sector en tener sus metas aprobadas por Science Based Targets y esperamos que otras organizaciones sigan con este comportamiento con el objetivo de controlar el calentamiento global, ya que solo tenemos un planeta y todos necesitamos contribuir”, afirma Estevão Braga, gerente de sostenibilidad de Ball.
Ball, líder mundial de envases sostenibles de aluminio, da un paso más osado a favor del medio ambiente: la compañía asumió la meta de reducir en un 55% sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030 y en un 16% la cadena de suministro. Los planes de acción ya están en ejecución.
Ball provee soluciones innovadoras y sostenibles de envases de aluminio a clientes de bebidas, cuidados personales y productos domésticos, así como aeroespacial y otras tecnologías y servicios, especialmente al gobierno de EE.UU. La compañía y sus subsidiarias emplean 21.500 personas en todo el mundo y registraron ventas netas de US$ 11.8 mil millones en 2020.