“Nuestras barras de cereales son producidas con el bagazo de cebada de la elaboración de cervezas nacionales producidas por Cervepar, con los principios de la economía circular que promueve la utilización y puesta en valor de los subproductos de las industrias. Sin embargo, estas barras actualmente las estamos empacando con plásticos convencionales que luego quedan en el medioambiente por varios años, lo cual vimos como un contrasentido y nos llevó a investigar otras opciones de empaques amigables con el medioambiente”, explicó la ingeniera Elma Peña, quien se encarga de la Investigación y Desarrollo (I+D) en Merencena.
Peña detalló que los bioplásticos en desarrollo se componen por polímeros obtenidos a partir de fuentes de origen vegetal (agua de cebada, cáscara de banana y remolacha), los cuales posteriormente se convierten en pellets (pastillas), y finalmente en plásticos. La ingeniera añadió que el producto podrá biodegradarse en 180 días, alimentando el suelo y sin dejar residuos en la naturaleza, doblemente beneficioso para la naturaleza.
“Ahora estamos desarrollando las pruebas de compactación, resistencia de los pellets, que luego serán convertidos en bioplásticos del tamaño que se solicite. Aún no tenemos un cálculo de la inversión que llevan, pero la idea es que se acerque a la inversión en los envoltorios comunes”, expresó la vocera.
Merencena presentó su iniciativa en el Desafío Asunción Resiliente, concurso organizado por Citi, Fundación Avina, BID Lab, y Global Resilient Cities Networks, que surgió con el objetivo de fomentar nuevas acciones estratégicas por medio de la participación del sector privado a modo de brindar apoyo y oportunidades a nuevos emprendimientos, investigadores, inventores, estudiantes, startups y la ciudadanía en general, quienes propongan soluciones en el marco de la economía circular y contribuyan a la reactivación económica de la ciudad de Asunción en el marco de la pandemia generada por el COVID-19, con un enfoque innovador y más resiliente.
“El premio obtenido nos reafirma en nuestro compromiso de tener un impacto positivo en el medio ambiente que es la casa común de todos. La mentoría con el equipo de voluntarios de Citi Paraguay y del equipo de expertos de Ciudades Sustentables y Negocios de la Fundación Avina, nos permitirá acelerar nuestras inversiones para realizar las pruebas que nos permitan tener un bioplástico que sea escalable y comercializable lo antes posible”, concluyó Peña. Vale resaltar que Merencena obtuvo el segundo puesto de cuatro y entre 155 emprendimientos presentados. El premio fue de US$ 12.000.