Conforme a la OMS, la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que tiene que afrontar el mundo, ya que mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1.2 millones son fumadores pasivos, es decir, están expuestos al humo ajeno, el cual contiene más de 7.000 productos químicos, que a la vez tiene al menos 250 sustancias nocivas y como mínimo 69 causan cáncer.
Cabe resaltar que el tabaquismo, según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), es la adicción al tabaco provocada principalmente por uno de sus componentes más activos, la nicotina, que actúa sobre el sistema nervioso central. Se llaman productos del tabaco los que están hechos total o parcialmente con tabaco (planta), sean para fumar, chupar, masticar o esnifar, y su consumo es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
El organismo internacional destaca que casi el 80% de los 1.100 millones de fumadores del planeta viven en países de ingresos medianos o bajos, donde la carga de enfermedades mortales asociadas al tabaco es más alta, esto se debe a que el tabaquismo aumenta la pobreza cuando los hogares realizan un gasto diario en la compra de tabaco, en vez de invertir en necesidades básicas con la alimentación y vivienda. La dependencia que causa el producto hace difícil cambiar la situación de las personas.
En Paraguay, de acuerdo a un informe del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina -y desarrollado por un equipo de más de 40 investigadores de Latinoamérica-, el 12,2% de todas las muertes que se producen en el país pueden ser atribuidas al tabaquismo, en total 3.354 muertes por año que podrían evitarse. El Estado gasta directamente G. 1.568.718.119.540.
De la cantidad de personas que enferman anualmente a causa del tabaco, 10.385 presentan enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 9.075 enfermedad cardiaca, 1.414 accidente cerebro vascular, 776 cáncer, 644 cáncer del pulmón y 102 neumonía.
Este 2020 la OMS lanzó la campaña del Día Mundial Sin Tabaco con el eslogan “Se ha revelado el secreto”, cuyo principal objetivo es revelar las tácticas empleadas por las industrias tabacaleras para vender, apuntando especialmente a las nuevas generaciones. Conforme a los datos expuestos por el organismo, las empresas del rubro gastan US$ 9.000 millones al año en marketing y publicidad, que son visibles en los medios masivos de comunicación, el cine, y eventos varios, entre otros.
No obstante, cabe resaltar que en diciembre del año pasado el organismo anunció una importante disminución en la consumición de tabaco, y de acuerdo al Informe mundial sobre las tendencias de la prevalencia del consumo de tabaco en 2000-2025, durante las casi dos últimas décadas el número total de consumidores a nivel mundial disminuyó de 1.397.000 millones en el 2000 a 1.337.000 millones en 2018, una reducción de aproximadamente 60 millones de personas.
El descenso se debe en gran medida a la disminución del número de mujeres que consumen el mencionado producto, 346 millones en 2000 frente a 244 millones en 2018, una reducción de alrededor de 100 millones. Durante el mismo período el número de hombres consumidores aumentó en unos 40 millones, pasando de 1.050.000 millones en 2000 a 1.093.000 millones en 2018, es decir, el 82% de los 1.337.000 millones de consumidores de tabaco del mundo son del sexo masculino.
No obstante, el informe muestra que el número de hombres fumadores dejó de crecer y se prevé que disminuya en más de 1 millón en 2020, y en 5 millones para 2025. Finalmente, la OMS prevé que este año habrá 10 millones menos de consumidores de tabaco -tanto hombres como mujeres- en comparación con 2018, y para el 2025 otros 27 millones menos, lo que equivale a 1.299.000 millones. Alrededor del 60% de los países experimentaron una caída del consumo de tabaco desde 2010.