En un comunicado a fines de enero, la gran multinacional de calzados y ropa deportiva anunció que el 2020 está representado por un hecho significativo para la compañía en su camino a la sostenibilidad, puesto que -como lo mencionamos anteriormente- por primera vez más del 50% del poliéster utilizado en sus productos provendrá de residuos plásticos reciclados, y no solo eso, sino que a partir de 2024 la empresa se compromete a utilizar solo dicho material.
Así también, Adidas planea producir un récord de 15 a 20 millones de pares de zapatos con desechos plásticos recolectados de playas y regiones costeras, teniendo en cuenta que el año pasado ya produjo más de 11 millones de pares de estos zapatos, en comparación a los 5 millones en 2018 y un millón en 2017.
El artículo expresa que el uso de plástico reciclado en la fabricación de su mercancía forma parte de las acciones realizadas por la corporación para evitar el desperdicio de plástico y detener la contaminación de los océanos del mundo, asimismo, es solo una de las iniciativas de sostenibilidad, las cuales van desde el uso de materiales cada vez más sostenibles, la prevención de residuos y nuevos tipos de programas de devolución de productos usados, hasta la protección del clima. Añade además que este año Adidas presentará nuevas categorías de productos basadas en criterios de sustentabilidad.
La primera zapatilla de running totalmente reciclable de la marca se denomina "Futurecraft Loop" y está en fase de prueba desde 2019. Su lanzamiento al mercado está previsto para 2021, mientras que trabaja en el desarrollo de materiales biofabricados para indumentaria cuyos primeros prototipos ya fueron presentados para la ropa de tenis antes del torneo de Wimbledon del año pasado.
Del mismo modo, Adidas eliminó las bolsas de plástico de sus tiendas en 2016, y en el futuro planea utilizar envases reciclados para entregar sus artículos a las tiendas, en tanto que desde 2019, los consumidores en el Reino Unido reciben un cupón para la tienda en línea cuando devuelven productos usados pero aún funcionales, entre otras prácticas sostenibles.
En cuanto a protección climática, para el 2030, la multinacional promete reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de sus propias actividades y las de sus proveedores en un 30%, en comparación con el año 2017. La neutralidad climática está en su agenda para 2050, y cabe resaltar que en Alemania casi toda la electricidad de la compañía proviene de fuentes renovables.