“El 2020 fue la primera vez en 20 años que temíamos no tener la suficiente materia prima para molinar. Sin embargo, logramos un desarrollo interesante y conseguimos una buena producción con un precio alto, por encima de los G. 400 por kilo”, expresó el director ejecutivo de la empresa, Theodor Regier, quien habló sobre el rendimiento de Codipsa durante el 2020.
¿Cómo continuaron produciendo durante la cuarentena más estricta?
La cuarentena total inició a mediados de marzo, entonces hicimos un análisis de la situación de los pequeños productores de mandioca y de nuestros clientes a nivel interno y regional. Por fortuna la empresa ya había hecho contratos hasta junio y continuamos entregando la fécula de mandioca, almidón modificado para la industria alimenticia y almidones modificados para las industrias papeleras de Chile. Debido a los contratos que tenemos, no dudamos en implementar todas las medidas de control sanitario para continuar trabajando en las cuatro plantas que poseemos en San Pedro, Caaguazú y Asunción.
¿Experimentaron caídas importantes en ciertos mercados o segmentos?
Hasta fines de agosto tuvimos una producción muy importante. Como saben Codipsa cubre más de la mitad de la demanda de almidón de mandioca en Paraguay y exportamos volúmenes muy importantes. Hubo un bajón en algunos segmentos del mercado interno, en Argentina, Colombia y Bolivia específicamente, pero como tenemos muy diversificado nuestros mercados pudimos mantener los volúmenes de venta y tenemos la impresión de que seguiremos así en lo que queda del 2020.
Mencionó que el precio de la mandioca fue alto, ¿en qué se tradujo esa tendencia?
Gracias a eso estuvimos pagando un buen precio, por encima del promedio histórico, a los productores. La mandioca se mantuvo más o menos en G. 370 por kilo y en esta época de crisis entiendo que es un aporte importante para el campo.
¿Cuáles son los principales destinos de la exportación de Codipsa?
Tenemos un mercado muy diversificado, en cuanto a volúmenes igualamos los niveles en el mercado argentino, boliviano, chileno, colombiano, norteamericano y centroamericano. Los principales desafíos que tenemos están en la permanencia dentro del mercado brasileño, donde estamos sacando volúmenes mínimos y mantener los niveles de exportación en Argentina y Bolivia.
¿Codipsa continúa liderando las exportaciones? ¿Cuánto colabora el sector en el ingreso de divisas?
El volumen de exportación de almidón de mandioca estará por las 50.000 toneladas en el 2020, estaríamos hablando de US$ 25 millones que ingresarían en divisas al país gracias al almidón de mandioca, sin contar las exportaciones de almidón modificado y el almidón de maíz. Este año Codipsa mantuvo e incluso aumentó su participación en el volumen total de exportación.
El consumo continúa deprimido a nivel nacional, ¿cómo impactó en las ventas de Codipsa?
Las últimas dos semanas de agosto y la primera de setiembre tuvimos un bajón en la venta dentro del mercado interno. No siempre es fácil identificar cuáles son los motivos, pero probablemente el retroceso que tuvimos en las fases hizo que se reduzca el consumo. Por otra parte, la producción también paró más o menos dos semanas por las sequías en las zonas de nuestras plantas, pero desde que llovió de vuelta se regularizó.
¿Cómo suele afectar las sequías al rubro almidonero?
La sequía siempre tiene un impacto negativo para los productores de nuestro rubro porque empiezan a plantar en abril y mayo y de forma más intensa entre junio a setiembre. Actualmente tenemos una superficie importante de plantación pre sequía, pero contaremos con un territorio reducido en 20% por las sequías.
También existe otro factor, el cual tiene que ver con la disminución de las remesas de Argentina, ya que muchos productores no poseen capital operativo y se ponen a alquilar superficies para cañeros y sojeros.
¿Qué proyecciones tienen para el 2021?
Los empresarios estamos entre el deseo y la realidad, pero es obvio que tenemos la obligación de proyectar una sensación positiva en los negocios. La realidad es que dependemos de bastante de los factores externos como país.
En lo que respecta a nuestro rubro podría haber un repunte el próximo año si Brasil recupera su economía. Según colegas de allá existen buenas perspectivas y capaz nosotros podemos aprovechar esa coyuntura.
Igualmente hay posibilidad de que el próximo año aún tengamos un panorama complejo y solo nos queda esperar que se mantenga la estabilidad política y macroeconómica.