“Se está tomando más helado en la actualidad, pero se podría tomar mucho más. El consumo está creciendo a un ritmo de 10% al año, pero está lento todavía si nos comparamos con Argentina, o con Chile, que tiene el promedio más alto de la región con casi 10 litros per cápita al año”, afirmó Jorge Leoz, presidente de Amandau.
El país en el que más se toma helados es Nueva Zelandia, donde el consumo alcanza los 26 litros anuales por persona. En Paraguay es de apenas 1,5 litros al año per cápita, una cantidad irrisoria, más incluso porque el nuestro es un país de altas temperaturas. Y algo similar ocurre con Brasil.
¿A qué se debe este fenómeno, en apariencia contradictorio? ¿Tiene que ver, acaso, con la alta ingesta de tereré para combatir la canícula? “No es el tereré. Hay gente que nunca tomó un helado, pero el problema es de ingresos; y por más que haga calor, la gente prioriza su consumo de productos de la canasta básica como, pan, leche, carne”, agregó Leoz.
Para revertir este panorama, primero la gente debe tener ingresos más elevados que los actuales, una variable que está mejorando lentamente, según el empresario. Hoy los hogares también tienen congeladora para guardar el helado, otro elemento a favor.
Pero hay más. “Innovar es muy importante en cualquier industria. Nosotros innovamos permanentemente. Ahora estamos por lanzar una nueva línea de productos de 1 litro en envases totalmente renovados, sabores nuevos. Tenemos un departamento de innovación que investiga y desarrolla nuevas cosas; probamos nuevas materias primas”, apuntó Leoz.
Según el industrial, donde el consumo está creciendo mucho no es en las heladerías, sino que la gente está buscando helados en el supermercado y en las tiendas de conveniencia, una consecuencia de la pandemia.
“Hoy es 60% heladería y 40% supermercado, es una tendencia mundial. Nuestro sueño es que abras la heladera y encuentres un helado, como pasa en EE.UU., y en otros países. Todavía estamos lejos, pero veo eso como una oportunidad de crecimiento. Es mucho lo que podemos crecer todavía”, aseguró.
En verano es el doble
Orie Toews, gerente comercial de Lácteos Trébol y gerente de la Región Oriental de la Cooperativa Chortitzer, informó que “la tendencia en tiempos de calor es alcista, el consumo es muy elevado y coincide con el del yogur, que casi se duplica en época de mucho calor”.
Trébol lanzó su línea de helados en diciembre del 2022. “De ahí a esta parte hemos consolidado la producción y la distribución. Por ahora estamos disponibles en nuestros salones propios, 21 tiendas propias de la Cooperativa Chortitzer en Gran Asunción”, dijo.
Las presentaciones de Trébol son las típicas, una de 450 g, por sabores, que son seis, los clásicos vainilla, frutilla, chocolate, dulce de leche, granizado y crema americana, que también vienen en formatos de 950 g y de 1,8 kg, este, con mezcla de tres sabores.
“Los últimos lanzamientos fueron los palitos: Trebolito, con base de crema americana y una cobertura de chocolate que es para consumir en cualquier momento, personal; y ahora salió el Trebolín que es el palito de chocolate con cobertura de chocolate.
El desafío de Trébol para este año es empezar con una distribución más masiva, abrirse a otros puntos de venta, con exhibidores, congeladores, e inversiones adicionales. “Otros desafíos que tenemos en carpeta son algunos lanzamientos con sabores más exóticos”, anunció Toews.
El horizonte es frío para las heladerías y nuevas marcas se suman al mercado, abriendo la competencia. “Esto es bueno porque te obliga a mejorar. Hay muchas marcas de helado y así es mejor porque la gente puede comparar calidad y precio. La calidad es donde no podés aflojar. Y si sale alguna materia prima nueva, una nueva tecnología hay que comprar porque te va a generar beneficios”, remarcó Leoz.
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