Dejando a un lado el sector primario, Nikolaus Osiw, de la Dirección de Inteligencia Competitiva, de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), informó que el producto estrella son los cableados para vehículos. Este rubro alcanzó un valor de US$ 243 millones al cierre del 2021, mientras que en 2019 se llegó a facturar US$ 871 millones. “Es un producto que este año se podrá recuperar”, aseguró.
Precisamente el producto mayormente exportado en lo que va del año, bajo el régimen de maquila, corresponde a autopartes que representa el 27% del total. Las exportaciones acumuladas de enero a octubre alcanzan US$ 847 millones.
“Otros no tan convencionales son el etanol, que se exportó por US$ 90 millones el año pasado. Hoy en día tenemos el auge de los biocombustibles. El producto que repuntó son las tapas de aluminio, que se exportó por US$ 62 millones el año pasado y también las botellas plásticas”, detalló.
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En el ámbito primario también la carne de cerdo, la chía y el sésamo están acaparando el interés del mundo. En el caso de la carne de cerdo, de enero a octubre, se enviaron 846.296 kilos, por casi US$ 2.025.000, que en este caso representa una variación negativa de más de 50%.
César Ros, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex), manifestó que la carne porcina está creciendo en exportación y producción. Esto, dado que se trata de la proteína más consumida, sobre todo en el continente asiático. Ros precisó que registran anualmente entre 3.000 y 4.000 toneladas de envíos de carne suina. Asimismo, la demanda del mercado interno se desarrolló bastante en estos últimos años.
Mientras que, con la chía, Paraguay se posiciona como el principal productor y exportador del mundo, llegando a más de 30 países, y de la producción total, el 75% se destina al exterior. En cuanto al sésamo, el año pasado se exportó más de 35 millones de toneladas, por US$ 52.808.725, de los cuales el 25% va a Japón y en segundo lugar queda México.
Según Ros, dada su bondad alimenticia (chía) se requiere mucho en países más desarrollados que buscan productos de mayor escala de producción y no muy mecanizados, como sésamo y chía que son más manuales. Además, consideró que un mercado con potencial para explotar sería la industria de hortalizas y legumbres súper congeladas, como valor agregado.
“En el caso de los tomates tampoco tenemos una producción importante de pastas de tomate, salsa, kétchup, saborizantes, sopa. Es un elemento que Paraguay debe ir incorporando en el concierto del valor agregado de los productos terminados”, expuso.
Aseveró que en la medida que se vaya dando valor agregado a la materia prima, se dará desarrollo al terreno agroindustrial y en consecuencia mayor fuente de trabajo.