“Nuestra mejor época de ventas de motocicletas va de enero a junio con la temporada de cosecha, que inicia con la soja, sésamo y termina con la caña dulce. Dentro de esta primera mitad del año, durante los meses de marzo, abril y mayo se da el pico de comercialización de motos”, explicó Samaniego. Según el titular, debido a la situación sanitaria que atraviesa el país, más la llegada tardía de materia prima proveniente de China –cerrada entre enero y febrero– la producción cae drásticamente, lo que posteriormente ocasionaría un desabastecimiento futuro frente a la demanda.
A la crisis del gremio industrial se suma la falta de pagos por parte de los clientes, lo que afecta gravemente al sector teniendo en cuenta que en Paraguay el 100% de las motocicletas son vendidas a crédito y financiadas por las propias fábricas, de acuerdo a lo manifestado por el presidente de Cipama. Samaniego expresó que los clientes normalmente pagan su cuota desde finales del mes hasta los primeros días del siguiente, y prefieren hacerlo presencialmente en las sucursales distribuidas a lo largo del país, lo cual es imposible actualmente debido a la medida de aislamiento.
“De esta manera, el mes más importante de producción y la semana más importante de cobranzas se frena totalmente con esta disposición del Gobierno que –valga resaltar– respetamos plenamente y aplaudimos, pero nos golpea muy fuertemente ya que estamos perdiendo grandes volúmenes de dinero al igual que una producción oportuna para las ventas”, declaró el titular.
Otra problemática para el sector se encuentra en la falta de recursos para abonar los salarios a colaboradores, por lo que el gremio espera una solución efectiva de parte de las autoridades a fin de salvar la situación.
“Nosotros somos grandes patronales y esta semana que no se trabajó es casi imposible que podamos estar en condiciones de pagar los sueldos, no podemos hacer simplemente como si todos nuestros empleados hubiesen estado de vacaciones durante estos días, por eso estamos esperando alguna ley que llegue en momento oportuno como para que podamos cubrir los sueldos de nuestros empleados, de momento, la caída del flujo de dinero de nuestras cajas lo hace difícil”, afirmó.
Finalmente, Samaniego detalló que el 2019 no fue un buen año puesto que el gremio depende de la producción agropecuaria y con la sequía e inundación, así como la caída en los precios y producción de la soja y la ganadería se vieron fuertemente perjudicados. Añadió que si bien lograron vender el volumen deseado, el modelo más demandado el año pasado resultó ser el más económico, de poco valor y mucho trabajo para producir, pero poca utilidad industrial, mientras que la demanda de motos de lujo fue nula.
“Este año esperábamos que sea el despegue, nos preparamos con todo, nos endeudamos, realizamos grandes compras, pero lamentablemente este tema sanitario que escapa totalmente del control del Gobierno nos afecta de esta manera”, lamentó el presidente.