Blanco abrió el diálogo con InfoNegocios con una frase que marcó el tono de su gestión inicial: “Paraguay me ha recibido desde el primer día muy bien. Me siento en casa, y es la verdad”. El diplomático se mostró agradecido por la acogida de las autoridades y, especialmente, por la calidez de la gente. Su presencia en el brindis, dijo, refleja la intención de la Embajada de fortalecer la articulación con el sector privado desde ahora y de cara al próximo año.
El embajador destacó que el trabajo de la Cámara ha sido esencial para mantener una agenda activa entre ambos países. “El sector privado es fundamental para atraer inversiones y generar comercio, y nuestra tarea diplomática es complementaria: damos el marco adecuado para que puedan concretar oportunidades”, sostuvo. Para Blanco, la interacción permanente entre empresarios y diplomacia es un factor decisivo para que Uruguay y Paraguay mantengan un crecimiento sostenido en su relación bilateral.
Actualmente, el intercambio comercial entre ambos países ronda los US$ 300 millones, mientras que Uruguay ocupa el quinto lugar en el ranking de inversión extranjera directa en Paraguay, con un stock superior a US$ 700 millones. La presencia de empresas uruguayas es especialmente fuerte en sectores como la construcción, logística, agroindustria y tecnologías de la información. “Hay oportunidades en agroindustria, logística, tecnologías de la información y en todo lo que es economía del conocimiento”, puntualizó Blanco.
El embajador también proyectó un próximo año especialmente dinámico para el vínculo bilateral. “El primer semestre de 2026 va a generar una agenda de oportunidades porque Paraguay asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur”, explicó. Según indicó, este escenario impulsará nuevas reuniones, marcos de negociación y mecanismos de cooperación que facilitarán el comercio y las inversiones para ambos países.
En ese sentido, dejó un mensaje directo tanto para empresarios uruguayos como paraguayos: “Quiero invitarlos a que sigan invirtiendo. Uruguay y Paraguay son dos países confiables, con seguridad jurídica y personal calificado”. Para Blanco, la complementariedad entre ambas economías y la tradición diplomática —que supera los 170 años— se traducen en un potencial de crecimiento que aún puede expandirse mucho más.
Al frente de la Cámara de Comercio Paraguayo-Uruguaya, Federico Esmite se consolida como un líder activo y comprometido, siempre presente en cada iniciativa que busca fortalecer los lazos entre empresarios paraguayos y uruguayos. Su gestión se caracteriza por la predisposición constante, la articulación eficiente entre el sector público y privado, y la capacidad de mantener un diálogo fluido con autoridades diplomáticas como el embajador Marcelo Blanco. Gracias a su trabajo, la Cámara se posiciona como un gremio esencial para la integración económica y comercial, promoviendo inversiones, fomentando oportunidades y asegurando que los proyectos bilaterales no solo se planifiquen, sino que se ejecuten con resultados concretos.
El presidente Federico Esmite es reconocido por su predisposición permanente, su rol articulador y su presencia activa durante todo el año. Lideró la agenda empresarial del gremio con la organización de reuniones, visitas institucionales y espacios de vinculación que consolidaron a la Cámara como un actor clave para la integración económica entre ambos países.
La participación de empresarios uruguayos radicados en Paraguay, socios locales y referentes de la comunidad uruguaya dio al brindis un tono cálido y cercano. Para el embajador, este clima de camaradería no es casual. “Esta fiesta de fin de año representa el buen clima de negocios que hay entre los dos países”, afirmó. “Cuando el sector privado y el sector público trabajan juntos, se generan muchas oportunidades en distintos sectores”.
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