El HDMI 2.2, anunciado recientemente por el HDMI Forum, introduce un ancho de banda máximo de hasta 96 gigabits por segundo (Gbps), el doble que el anterior HDMI 2.1. Esto abre las puertas a la transmisión de imágenes en 16K a 60 Hz, lo que se traduce en 15.360 x 8.640 píxeles o 132,7 megapíxeles en cada fotograma, una calidad visual impresionante que multiplica por cuatro la ya avanzada resolución 8K. Además, permite transmitir videos sin comprimir en 10 y 12 bits, mejorando la fidelidad del color y la profundidad en resoluciones 8K y 4K.
Pero esta mejora en calidad no solo es una cuestión numérica. La nueva tecnología incorpora el estándar de cables Ultra96, que garantizan una conectividad óptima con certificaciones que aseguran su autenticidad y rendimiento. A diferencia de la confusión que generaban las anteriores clasificaciones de cables (estándar, alta velocidad, alta velocidad premium, ultra alta velocidad), con HDMI 2.2 solo existirá la etiqueta Ultra96, fácilmente reconocible y asociada a la máxima capacidad de transmisión. Estos cables estarán certificados por centros autorizados, lo que brinda mayor seguridad a los consumidores.
Sin embargo, el mayor reto para aprovechar esta innovación no es tecnológico, sino la falta de contenido y dispositivos compatibles a ese nivel. Actualmente, la industria aún produce muy poco material grabado en 8K, y los televisores o monitores con estas resoluciones apenas comienzan a llegar al mercado. En cuanto al 16K, ni siquiera existen televisores comerciales o consolas de videojuegos diseñados para manejar este nivel extremo de información visual. Así, aunque la tecnología esté lista, la producción de contenido y la adaptación de hardware avanzan más lentamente.
Este fenómeno no es nuevo, ya con la llegada del HDMI 2.1 en 2017, también se anticipó un cambio importante en calidad y capacidad que recién hoy se empieza a aprovechar plenamente, gracias al crecimiento del contenido en 4K y 8K y la disponibilidad de dispositivos compatibles. La historia parece repetirse, y HDMI 2.2 busca preparar el camino para una nueva era en la visualización.
Para los usuarios, esta evolución significa que pronto podrán disfrutar de una experiencia audiovisual nunca antes vista, siempre que los fabricantes y creadores de contenido acompañen el desarrollo tecnológico. Los cables Ultra96 estarán disponibles hacia finales de 2025, y aunque su verdadero potencial se verá en el futuro, ya están sentando las bases para la próxima generación de entretenimiento.