Los eSports movieron en 2016 unos US$370.000 millones a nivel mundial. Si bien están lejos de manejar números astronómicos de deportes tradicionales, como el fútbol, se trata de una cifra considerable si se tiene en cuenta que recién en el año 2000 comenzaron a aparecer los primeros jugadores profesionales.
Aunque la mayor parte de la actividad transcurre en otras latitudes del planeta, Sudamérica está creciendo a nivel de eSports. Uno de los pioneros en poner todo —tiempo, dinero y esfuerzo— en juego, porque creía que estos serían los deportes del futuro, fue el argentino Facundo Calabró. En 2011 fundó Isurus Gaming, una organización que empezó como un equipo de amigos y hoy en día es una empresa que factura US$350.000 al año. Calabró estuvo presente semanas atrás en la tercera edición de Gamelab, un evento dedicado a la industria del videojuego, y conversó con InfoNegocios precisamente sobre el desarrollo que los eSports están teniendo en la región.
“Es un negocio en estado de desarrollo. Hace seis años estábamos en Argentina haciendo testeos entre el lado amateur y el semi profesional, y desde el 2015 instituimos la empresa en Chile para desarrollarnos con planes de a cinco años en estructura e infraestructura”, nos contó el CEO de Isurus. Hoy son un total de 33 personas que conforman la organización y todos ellos cobran un sueldo fijo.
Para esto último, mucho ha tenido que ver la visión empresarial que Calabró buscó darle a ese grupo de amigos que se juntaba a jugar videojuegos. El año pasado las ganancias de Isurus subieron en un 34% y se espera que en el 2018 se repita el nivel, es que con el desarrollo de los eSports a nivel mundial, en la organización saben que el potencial de crecimiento es gigante.
Actualmente, el equipo que gerencia Calabró se sustenta en cinco unidades de negocios distintas: patrocinio, campañas publicitarias, premios por torneos, venta de merchandising y transmisiones. A diferencia de lo que ocurre en continentes como Europa, por ejemplo, en donde cada equipo cuenta con millones de fanáticos y por eso la venta de merchandising es la unidad más importante, en Latinoamérica la mayor parte de las ganancias provienen de los patrocinios. “Los representantes de empresas que trabajan en otras partes del mundo ven cómo estas se comportan fuera de la región y están empezando a imitar acá. Es mejor de lo que ocurría hace cinco años, pero hacen falta maduración y eSports managers en las empresas”, explicó el CEO de Isurus.
Con el apoyo económico de firmas como Acer, HyperX, AMD, Local Strike y Full H4rd, es que la organización que lleva adelante Calabró ha podido ir desarrollando mayor estructura e infraestructura para generar una mayor profesionalización del equipo. Según agregó, lo que ingresa se reinvierte en equipamiento, psicólogos, kinesiólogos y, por supuesto, en el juego. De momento, Isurus solo compite en Counter-Strike y League of Legends, pero el año que viene tendrán dos equipos más para jugar Dota 2 y algún videojuego de pelea. “El eSport es competencia, es juego. Los resultados en ese ámbito son los que te van a dar la infraestructura para continuar desarrollándote”, finalizó Calabró.