“Patio Colonial es un lugar que te abraza. Queríamos que al cruzar la puerta, la gente se sintiera como en casa, pero una casa con memoria, con identidad, con historia”, contó Hugo.
La carta es una declaración de amor a la cocina nacional. Desde las meriendas típicas con chipa y mbejú, hasta propuestas como la empanada de cabeza de vaca, una joyita que no pasa desapercibida. Los sándwiches coloniales, con carne o rellenos de hongos, también tienen su hinchada.
Pero si hay un plato que resume la esencia del lugar, ese es el Alma del Paraná: ravioles con masa de mandioca, rellenos de surubí y bañados en una delicada salsa de castañas de cajú. Una fusión tan sabrosa como simbólica.
La experiencia se completa con una coctelería de autor que, al igual que la cocina, rescata ingredientes, nombres y guiños locales: Sombrero Piri, Jesuita, Guaranias, Caipiguaya y Karai Octubre. Todo acompañado de una excelente selección de vinos, cafés de especialidad y cervezas nacionales e importadas.
“Nuestra casa está por cumplir 100 años, con sus pisos originales, sus aberturas antiguas, todo te transporta. Cada salón rinde homenaje a una figura o disciplina: el de los escritores y poetas paraguayos, el de los músicos, el de los artistas y el de los artesanos. En sus paredes y estantes se pueden encontrar máscaras talladas en madera de timbó, piezas en palo santo, cestería tradicional, obras y más. Queremos que la gente venga, disfrute, recomiende y sobre todo, vuelva”, dijo.
Por otro lado, ofrecen una programación constante de actividades: desde cenas maridaje, talleres de cerámica o tallado de máscaras, hasta presentaciones de danza y música paraguaya en vivo. Uno de los próximos desafíos es atraer a artesanos del interior del país para que puedan mostrar su trabajo, dar talleres y conectar con el público urbano. “Nos interesa que el arte popular esté presente, no como pieza de museo, sino como experiencia viva”, aseguró.
Patio Colonial es una invitación a redescubrir la identidad paraguaya a través de la comida, el arte y la hospitalidad. Como bien lo definen sus creadores. “Es un rincón con alma paraguaya, y el alma se comparte”.