No hay escasez de comida normalmente cuando uno comienza una “dieta para adelgazar”, al contrario, sobran fuentes de calidades no recomendadas. Entonces, si indicamos restringir o eliminar, comienza la abstinencia, la desolación.
Cuando uno sugiere como método efectivo la privación y el sacrifico, la persona (en este caso el paciente) se encuentra ante el abismo de decidir entre el placer y el disfrute de vivir la vida y el oscuro futuro de nunca más poder acceder a la fuente del compartir, alimentarse, estar saludable y vivir más y mejor.
Entonces, ¿cuál decisión creemos que es la más prometedora? Lo que falta no es fuente de consumo, lo que falta es la conciencia del consumo de esas fuentes.
Las personas actualmente se embarcan por estos motivos en proyectos de muy corto plazo: la boda de la hermana, entrar en la ropa del verano pasado, todo exclusivamente para la foto y para la satisfacción inmediata de ver lo logrado al menos una única vez en la bendita balanza.
TIREMOS LA BALANZA POR LA VENTANA
La balanza es un arma muy poderosa, solo debe ser utilizada por profesionales. Produce angustia y ansiedad, nos retrasa en el proceso de volvernos mejores, nos produce envidia y nos deja impotentes ante la realidad de los kilos de más. Si no tenemos las herramientas para interpretarla, entonces no nos subamos más a ella, tres veces al día.
Lograr el cambio sostenible en la alimentación implica en primer lugar una decisión muy personal, una determinación y acción posterior según el ritmo de cada uno. Con el asesoramiento y el acompañamiento adecuado, todo se logra.
Lo más seguro y amable es reconocerse ignorantes en ciertas materias y comenzar a aprender, desde cero, desde la infancia acerca de la información nutricional que poseemos y organizarnos para llevar adelante proyectos prolongados, llevaderos, satisfactorios y placenteros, que en este caso tienen que ver con lo que elegimos comer de ahora en adelante, o sea de todo, pero mejor.
Más información sobre este tema, podés encontrar en @nutricoachingpy o llamando al 0994 882859 o 0992 291571. Instagram @nutricionistagiovannadestefano.