Cuando iniciamos La Resistencia en 2018 pensamos la escuela como el lugar en el que nos habría gustado estudiar a nosotros cuando teníamos la edad de nuestros alumnos.
Entonces rediseñamos el método que veníamos enseñando con la experiencia docente previa de Uruguay, Argentina y Paraguay, adaptándolo a una realidad completamente distinta.
Nos paramos en el aquí y ahora de un país y de una ciudad donde la gente cada vez tiene menos tiempo y donde tarda cada día más para ir de un lugar a otro.
Así nació un bootcamp de 4 meses y medio con clases súper intensas solo los sábados de mañana y con docentes con mucha experiencia previa y sobre todo, en activo, sin excepciones.
Más allá de eso, hoy día las personas están agobiadas por las herramientas digitales que se supone llegaron para hacerle la vida más liviana.
Entonces, desde la Resistencia, quisimos defender un espacio que sentimos, las chicas y los chicos buscan y necesitan un salón de clases sin pupitres ni estructura rígida. Un lugar donde todos formamos parte de cada proyecto. Donde discutimos, probamos, fallamos mucho y muy rápido y prototipamos también muy rápido para después someter el laburo a la opinión del grupo y luego de corregirlo y refinarlo, por fin llegar al mejor resultado posible.
Imaginate todo este proceso con cada uno en su casa tratando de comunicarse a través de una computadora con un profesor a cientos o miles de kilómetros.
Se pierde la esencia, el toque de empatía cuando hablamos de las aulas online, tan pero tan de moda hoy. Ese pulso humano, esa calidez de compartir el mismo aire, tomando un café, mirando a los ojos al otro, todo eso no existe a través de una webcam.
Y no va a existir jamás. Entonces, hoy más que nunca, en tiempos de inteligencia artificial y realidades aumentadas, nosotros revindicamos y potenciamos la inteligencia humana y el mundo real sin distorsiones. Eso es La Resistencia. Y eso seguirá siendo.
Claro, sostener un formato cara a cara requiere de una constante actualización. Especialmente si hablamos de formatos y recursos del universo digital, hoy ya parte mayoritaria del paquete publicitario
Por eso este año, si bien mantenemos el formato y un equipo docente que funcionó estupendamente el año pasado, estamos trabajando en varias mejoras y up grades de la malla curricular. Poniendo aún más énfasis en tareas de taller con los profes y en la elaboración de una carpeta de proyectos del alumno más rica y mejor terminada. Con más tiempo y más horas por trabajo aprobado y producido.
Además, estamos abriendo una primera experiencia fuera de Asunción.
En Alianza con Imbuyá, una agencia de marketing de experiencias de Ciudad del Este que ha venido organizando muy buenos eventos, lanzamos un nuevo bootcamp en creatividad y estrategia concentrado en 4 fines de semana completos.
Creemos que CDE es un mercado con enormes oportunidades y un público ávido de este tipo de propuestas. Así que ahí vamos.
Luego aquí en Asunción, estamos gestionando un nuevo local más amplio, con mejores servicios y tan bien ubicado como nuestra primera sede de barrio Las Mercedes.
Y en relación a nuevos cursos, tenemos claro que no nos interesa transformarnos en una fábrica de talleres. Nos estamos tomando el tiempo para que cada nuevo producto tenga la relevancia y la calidad que la gente que viene y paga por la Resistencia espera. Esto es porque el Bootcamp del 2018 puso la vara muy alta. Entonces queremos ser consecuentes con eso.
En todo caso tenemos en el radar un par de ideas que estamos refinando para lanzar probablemente en la segunda mitad del año.