Desde el inicio, el presidente de la UIP Joven, Francisco Martino, puso el tono de la jornada destacando la importancia de llegar “a tiempo” a las oportunidades. Recordó que el foro no solo es un espacio de networking, sino también de aprendizaje y visión estratégica. “Este año conoceremos cómo empresas medianas lograron convertirse en muy grandes y aprenderemos de compañías centenarias que siguen vigentes. Además, cerraremos con una conferencia sobre economía, tecnología y futuro”, afirmó.
La ministra de la Juventud, Salma Agüero, acompañó la apertura y celebró el esfuerzo conjunto entre sector privado y Estado. Enfatizó que el FEIP 2025 demuestra cómo las alianzas generan impacto real en la formación de los jóvenes. “Este espacio va a nutrir las experiencias profesionales y académicas de nuestra juventud, fortaleciendo su preparación para liderar la industria nacional”, señaló.
Uno de los momentos más inspiradores de la jornada lo protagonizaron Óscar Vicente Scavone, presidente de Lasca, y Esteban Morabito, de Maahsa. Ambos empresarios compartieron cómo sus compañías se consolidaron durante más de un siglo en el mercado, y remarcaron que la perseverancia, la reinvención y el compromiso con el país fueron claves para sostener su vigencia.
La mirada internacional llegó de la mano de Sol Rodríguez, de Sinteplast, y Diego Fenoglio, de Rapanui. Rodríguez relató cómo una empresa familiar argentina se expandió en distintos mercados gracias a la innovación, mientras que Fenoglio inspiró con la historia de Rapanui, que transformó la tradición del chocolate en un negocio global. Ambos coincidieron en que los jóvenes paraguayos tienen la capacidad y el talento para replicar casos similares si se animan a pensar en grande.
El cierre del foro estuvo a cargo del presidente de la Nación Argentina, Javier Milei, quien brindó la conferencia Tecnología y Crecimiento. En su intervención defendió la libertad como principio rector del desarrollo económico y animó a los jóvenes a confiar en la innovación como motor de progreso. “El mundo cambia a un ritmo acelerado. Los países que no apuesten por la competitividad quedarán rezagados”, advirtió.
Con su 18.ª edición, el FEIP reafirmó que los grandes empresarios internacionales no solo respaldan a los jóvenes emprendedores paraguayos, sino que también los impulsan a pensar sin fronteras. El foro demostró que Paraguay puede proyectarse al mundo si su juventud industrial se nutre de experiencias globales y asume el liderazgo con audacia.
El mensaje que quedó flotando en el auditorio fue claro: los gigantes de la industria creen en el potencial de los jóvenes y los alientan a construir el Paraguay del futuro. Un Paraguay que no se limite a mirar hacia adentro, sino que se atreva a competir en la arena internacional.