Alexandra Cortese tuvo la visión de seguir creciendo en sus empresas, y ya con la experiencia de poder trabajar de forma remota viajó unos meses atrás a Barcelona, España, para realizar un curso sobre Service Design en el Instituto Europeo di Design’, escuela líder en diseño en Europa. Se trata de una nueva herramienta para diseñar servicios y mejorar la calidad y experiencia del usuario a través de un marco de variados principios.
“Estudiar afuera siempre es una experiencia llena de novedades y que te abre mucho la mente. Encontré un grupo de profesores y compañeros altamente calificados y con quienes podía debatir realidades similares, ya que muchos son de Latinoamérica”, relató Cortese, quien tiene una maestría en comunicación corporativa y manejo de reputación por la Universidad de Manchester.
La ejecutiva socializa sus nuevos conocimientos con su equipo de trabajo con el objetivo de que sean implementados en las campañas de las agencias. Remarcó que el ambiente laboral requiere de constante actualización y seguir formándose para ofrecer nuevos servicios para cumplir con las necesidades de los clientes.
La comunicadora tiene a su cargo las agencias Eco, orientada al sector público y ONGs, y Row, agencia que forma parte del Holding Texo y atiende al sector corporativo. “Para mí, combinar el trabajo remoto con la presencialidad es ya un estilo de vida y fue una visión que tuve desde incluso antes de la pandemia, ya que estoy convencida de la necesidad de salir de nuestros entornos cotidianos para poder innovar”, explicó Alexandra.
No obstante, reconoció que trabajar de forma remota es solamente posible cuando uno forma un equipo independiente y empoderado y a su vez se cuenta con los procesos y las herramientas digitales para poder hacerlo.
“En mi caso, estar en Paraguay unos meses al año es importante por el vínculo que se genera al estar físicamente con los clientes y el equipo; sin embargo, los servicios pueden mantenerse de forma virtual, por lo que puede existir un formato híbrido sin afectar la calidad”, enfatizó.
En este contexto y acelerado por la pandemia, aseguró que cada vez son más las personas trabajando como nómadas digitales. Con este criterio también muchas empresas en todo el mundo están adoptando políticas de flexibilidad permitiendo a sus colaboradores trabajar desde otras regiones. Esto, al darse cuenta de que así la productividad es igual o mejor.
“Por supuesto que ser nómada digital en Europa para Latinoamérica supone un desafío y una gran disciplina por la diferencia horaria; sin embargo somos varios los que lo hacemos y uno va formando comunidades con personas en la misma situación”, reveló.
Agregó que en Barcelona convive con unos cinco o seis paraguayos, que al igual que ella trabajan de forma remota para Paraguay con resultados excelentes. Luego de dos meses, Cortese regresará a Paraguay en setiembre, pero afirmó que ya no imagina la vida establecida en un solo lugar, sino aprendiendo desde cada rincón del mundo.