Además de tener un filtro de nano fibras que “permite detener las microgotas del COVID-19 u otras enfermedades, posee un tejido exterior que evita la reproducción del virus mediante su sistema hidrófobo, transpirable y virucida, es decir que, si el filtro logra detener una microgota, el virus desaparece en un plazo de cuatro horas”, señaló el creador.
Se caracteriza por ser altamente respirable y con propiedades microbianas gracias a las partículas de plata.
“Para que una mascarilla sea eficiente tiene que poder ser usada durante largos periodos, porque de lo contrario las personas se las quitan para hablar, porque sudan, porque se sienten asfixiadas. Por esto, la FF99 fue creada para ofrecer una protección plena, dar una sensación de frescura que permita usar la mascarilla incluso en los días de calor extremo", aseguró.
Todos los componentes de la mascarilla son importados de la compañía Respilon −de República Checa−, líder mundial en desarrollo de nano fibras aplicadas en productos de salud. “Pero todas las mascarillas son fabricadas en el país”, confirmó el empresario.
La membrana Respilon posee certificaciones independientes efectuadas por Nelson Labs y cumple y excede ASTM F2100 EN 14683 99%.
Según Espínola, decidieron fabricar las mascarillas en Paraguay para generar mano de obra y para reducir el costo del producto. Tienen una capacidad de producción de 4.000 mascarillas por mes, y ya están comercializando en el mercado interno y concretaron unos envíos al extranjero.
"El precio de venta al público es de G. 120 mil, tenemos un pack familiar que al pagar cuatro mascarillas, te llevás cinco, y a partir de los paquetes corporativos con 50 o más unidades, ofrecemos importantes descuentos por el volumen", indicó.
Como se trata de un tejido especial, no es necesario lavarla todos los días y mantiene todas sus cualidades de protección hasta los 50 lavados. No obstante, la recomendación es lavar la mascarilla únicamente cuando esté visiblemente sucia, es decir que, “si hacés oficina de lunes a viernes, es suficiente con un solo lavado por semana y cuando llegas a tu hogar, solo basta con colocarla en un sitio con buena ventilación y sin exposición solar, porque se desinfecta sola”, enfatizó.
Aparte de este producto, están trabajando en la creación de una mascarilla desechable con prestaciones similares y en un producto de desinfección de espacios con nanotecnología, que permitirá que oficinas o consultorios tengan una protección bacteriana y de virus de larga duración, de uno a cinco años.
En su primera etapa realizarán unas 50.000 mascarillas y luego compraran más materia prima, de acuerdo a la demanda en ese momento, expuso.