David Caballero, presidente de la Asociación de Emprendedores de Paraguay (Asepy), informó que esta proporción del 98%, emplea a cerca del 70% de la fuerza laboral activa.
“Hablamos de una influencia enorme de los trabajos generados por las mipymes, que por lo general emplean a alrededor de cuatro personas”, expuso.
Por otra parte, muchas de ellas son lideradas por mujeres, que vuelven a contratar o subcontratar a familiares, a personas también del mismo núcleo familiar o del núcleo de amigos.
“Es un impacto muy importante dentro de los núcleos familiares y sobre todo en el núcleo de las mujeres para generar los emprendimientos, eso también es una radiografía muy reciente y muy notoria del emprendedurismo aquí en Paraguay”, expresó.
Según Caballero, hay casi 900.000 emprendimientos y solamente alrededor de 280.000 están registrados o formalizados. El directivo consideró que existe un desafío gremial y estatal para generar políticas públicas y, sobre todo, simplificar y abaratar el proceso de formalización.
El otro desafío es el acceso al crédito, ya que es difícil para una mipyme acceder a buenas tasas y plazos en el entorno financiero.
“Si bien es cierto que creció el acceso y las pymes empiezan a estar en el radar, todavía es difícil tener una línea de crédito a través de cualquier entidad”, agregó. Y al no conseguir acceder al sistema financiero formal, acuden al mercado informal para financiarse o se financien con familiares tomando un crédito de manera personal, con tasas elevadas.
Paralelamente, sostuvo que hay que empezar a trabajar en la formación de los emprendedores, ya que observan que carecen de herramientas para manejar los negocios.