¿Cómo observa el desarrollo comercial del 2022 frente a años anteriores?
Si bien las restricciones y limitaciones que había impuesto la pandemia se fueron diluyendo hasta desaparecer totalmente en el primer semestre del año, entendiendo como tales horarios de atención al público restringidos, uso de mamparas separadoras y menor cantidad de actividades que aglomeraban gente -como eventos gastronómicos y otros-, el repunte económico esperado no se dio.
Esto, porque la actividad comercial, en general, no creció en la medida esperada debido principalmente a la falta de circulante.
Por otro lado, el factor de la guerra en Europa fue un detonante para el encarecimiento del combustible y el consiguiente aumento de costos de materias primas, que se trasladaron a la suba de los precios -y aquí hay que destacar el esfuerzo hecho desde el sector supermercadista para atajar estas subas, en la medida de lo posible, resignando márgenes- que repercutieron en las ventas finales.
Por otra parte, nuestro sector es afectado por el comercio informal, que invade las calles y por el que muchas veces optan las personas sencillamente porque buscan que rinda su dinero.
Aquí hay acciones concretas en las que estamos trabajando como gremio con organismos estatales para contrarrestar el contrabando, cosa que puede conseguirse en gran medida con acciones concretas como, por ejemplo, considerar la deducibilidad del 100% de las compras en supermercados y otros negocios formales, para desalentar la informalidad y de esta forma aumentar el empleo formal.
¿Qué expectativas tiene para el 2023?
Somos moderadamente optimistas de cara al año próximo. Por un lado, las condiciones climáticas son muy auspiciosas. Parecería haber quedado atrás la sequía y con las lluvias las cosechas de soja y maíz producen ingresos de divisas al país que son motores de la economía.
Como empresa seguimos con nuestra operativa consistente y llevando adelante nuestro plan de marketing, como igualmente seguimos creciendo en cantidad de servicios y locales, siempre en forma sostenida.
¿La venta de qué artículos se potencia durante fin de año?
Claramente las bebidas con y sin alcohol, comidas listas, pan dulces y panetones, canastas de Navidad, gift cards; igualmente todos los productos asociados a la época de calor como cremas y lociones bronceadoras, termos, conservadoras y afines, todas las variedades de carnes y, en general, todos aquellos productos de consumo usual en las festividades de fin de año.
¿Se podría decir que diciembre es temporada alta de ventas?
Categóricamente, diciembre encierra no solamente la Navidad y el fin del año, sino también eventos sociales y culturales, cierres académicos, festejos de empresas y asociaciones, además de muchos otros. Todos los mencionados están asociados al consumo de comidas y bebidas, como así también al hábito de obsequiar.
¿Cuáles son las inversiones más importantes que realizaron en los últimos años?
En los dos últimos años, nuestras inversiones más importantes consistieron en la apertura del tercer local comercial Los Laureles, dotado de altísima tecnología y que cuenta con la certificación internacional LEED (siglas en inglés de liderazgo en aprovechamiento integral de la energía y diseño ambiental).
Además de la incorporación gradual de vehículos eléctricos a nuestra flota, la ampliación a nuestra operación online de comidas listas y la producción ecológica de una gran variedad de verduras y hortalizas en un centro de producción ubicado en Piribebuy.
¿Qué planes tienen para el futuro?
Seguir con el crecimiento de nuestra operación, basándonos tanto en la apertura de nuevos locales como así también en la incorporación de nuevos servicios y productos para el cliente, manteniendo la operación consistente y mejorando continuamente todos nuestros procesos.