El directivo detalló que los periodos de venta son cíclicos y se caracterizan por un mayor o menor movimiento en las compras. De esta manera, los meses con más cantidad de turistas son enero, abril (Semana Santa), mayo (Día de la Madre), junio, julio (vacaciones), octubre y noviembre (compras de fin de año).
“Si bien no se puede argumentar que las ventas están en los niveles óptimos que deseamos, es una buena noticia que se están registrando incrementos, especialmente si tenemos que comparar este mes con diciembre, que tuvo un escaso movimiento. Pero como sostengo, las ventas en el comercio de la zona son cíclicas y somos conscientes de ello”, añadió.
Un dato alentador para los empresarios, de acuerdo a Ramírez, es que desde el 1 de enero está rigiendo el nuevo tope de compras, que es de US$ 500 por persona, anteriormente era de US$ 300. “Esto conforta porque las proyecciones de crecimiento de la economía son positivas –2,3% en 2020–, lo que se reflejará en el incremento del poder adquisitivo de los turistas”, subrayó.
Por otra parte, explicó que es necesario invertir en actividades culturales, de esparcimiento o deportivas y en infraestructura, para atraer más visitantes. “Si calendarizamos este tipo de actividades, no solamente atraeremos a visitantes de Brasil, sino que también de otros países”, sostuvo.
Y como otro canal para fomentar las visitas, se debe impulsar la posibilidad de tener múltiples vuelos internacionales, y en ese caso, se aprovecharía también el cupo de compra de US$ 1.000 para el transporte aéreo, de acuerdo a Ramírez.
Zona franca
Al respecto de los duty free en Brasil, comentó que se debe mantener la competitividad en los precios y estimular las promociones, para no perder terreno cuando se habiliten en las zonas aledañas.
Más adelante, como gremio, están interesados en impulsar una iniciativa conjunta con las autoridades para que en las zonas fronterizas de Paraguay se instalen tiendas similares a los duty free.
“Con esto se haría frente a la abismal competencia que se genera en las zonas fronterizas”, resaltó.
Dólares
Sobre este punto, el vicepresidente señaló que tuvieron inconvenientes con la aceptación de dólares en las casas de cambios y en los bancos, porque aludían que los billetes presentaban cierto desgaste o que eran de ediciones anteriores.
“El problema de fondo es que los bancos no estaban aceptando estos billetes, y allí se genera los rechazos posteriores, de los comercios y las casas de cambio”, recordó.
Ramírez mencionó que hicieron llegar su reclamo a la Sedeco y al BCP, y que se encuentran esperando una eventual sanción a las entidades que prosigan con estas prácticas.
“Además de que las ventas no son las esperadas, tenemos que sumar el factor de seleccionar los billetes para que no sean posteriormente rechazados. Con esto se da un efecto contrario a estimular el comercio”, lamentó.
Y si esto dinero no es aceptado por los bancos o las casas de cambios, los particulares deben cambiarlos con cambistas particulares, que disminuyen entre 10% a 15% el valor de la cotización de la moneda.