La lista de productos cuyo ingreso a la Unión Europea (UE) estaría vedado si proceden de áreas que sufrieron deforestación, y que podría ampliarse en el futuro, incluye a siete ítems: aceite de palma, ganado bovino, soja, café, cacao, madera y caucho, así como sus derivados (por ejemplo, carne vacuna, harina de soja, muebles o chocolate).
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“Esto ahora tiene que pasar por la aprobación del Parlamento Europeo”, explicó Raúl Cano Ricciardi, embajador paraguayo ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). El diplomático agregó que la disposición se aplicará a los productos originarios de superficies deforestadas a partir del 31 de diciembre del 2020.
El impacto de esta medida se puede evaluar observando los envíos paraguayos al mercado europeo. En el 2021 las exportaciones a la UE representaron el 4,7% de las exportaciones totales del Paraguay y alcanzaron US$ 497 millones (27 % más que en el 2020), según datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
El producto paraguayo más exportado a Europa fue la harina y los pellets de soja, por un valor de US$ 263,6 millones (53% del total exportado); seguido por cueros y pieles curtidos de bovino o de equino por US$ 35,4 millones (7%) y semillas y frutos oleaginosos por US$ 30,4 millones (6%).
También hay envíos de arroz, carne bovina (fresca o refrigerada y congelada), tripas, vejigas y estómagos de animales (no peces), soja, desperdicios y desechos de cobre, carbón vegetal y azúcar.
“Hay que ver qué alcance tiene esto, porque nosotros tenemos sistema de trazabilidad para el ganado que va a Europa. Probablemente van a quedar descartados los provenientes del Chaco, donde todavía no hay planes de cambio en el uso de la tierra. En la Región Oriental no creo que haya problema porque hace 20 años que tenemos deforestación cero”, recalcó Pedro Galli, titular de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
A su vez, César Ros, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex) señaló que la medida “es una barrera para arancelaria, supuestamente es ambiental pero en el fondo es proteccionismo del mercado europeo”. El dirigente del gremio exportador agregó que, además de la carne, otro rubro que hay que evaluar es el de la soja, en donde es muy complicado identificar el origen del grano.
Los consultados coincidieron en que el impacto en la economía paraguaya no será significativo, dado el volumen de lo que vendemos al Viejo Mundo, por mucho que paguen buenos precios. No obstante, sugirieron que se debe buscar otros mercados ante la eventualidad de que Europa cierre las puertas al ingreso de algunos de nuestros productos.
Ros no dejó pasar la oportunidad de criticar la determinación europea, que impone restricciones comerciales a nuestra región amparada en una intención de cuidado del medioambiente, cuando es precisamente el hemisferio norte el más contaminante.