La investigación cuyos principales resultados fueron difundidos por Martínez fue realizada por la consultora internacional Wood Mackenzie. “Esta firma, que está trabajando con nosotros en el estudio, entrevistó a gente vinculada con la industria: terminales portuarias, astilleros, armadores de barcazas, proveedores de servicios, proveedores de carga, autoridades nacionales y de las asociaciones profesionales vinculadas”, adelantó el empresario.
Las conclusiones más importantes dan cuenta de que el impacto directo e indirecto actual de lo que genera la hidrovía Paraguay-Paraná para nuestro país es de alrededor de US$ 1.100 millones al año, que suponen alrededor del 3% del PIB pero que tiene un impacto en calidad muy superior a este porcentaje.
De la hidrovía Paraguay-Paraná depende el 70% de las exportaciones y el 50% de las importaciones en tanto que las industrias que se benefician con el movimiento a través de esta carretera fluvial aportan alrededor del 70% del PIB que genera Paraguay. La buena noticia es que existe un gran potencial de crecimiento, sea por crecimiento orgánico –por algunas producciones que ya existen-, o por otros proyectos ya anunciados.
“Para el 2030 podría llegarse a US$ 3.000 millones anuales, un crecimiento del 17,3% si sigue aumentando la carga que baja por el río, si aumenta el mineral de hierro transportado, si Brasil se sigue volcando al río, si crece la producción de Mato Grosso do Sul, que Argentina está consumiendo gran parte de ella”, agregó Martínez.
El vicepresidente de South America Logistic Inc. resaltó que hoy gracias a la hidrovía se generan unos 26.000 puestos de trabajo, con salarios de calidad y más altos que el promedio del país. Con el aumento de referencia se podrán generar 30.000 puestos laborales adicionales.
¿Cómo aprovechar este potencial? Martínez citó al incremento de la carga como la principal tarea, es decir “un mayor volumen transportado, un incremento de la participación de Paraguay que va a depender de la competitividad de sus costos, de la calidad de los servicios y de la participación con embarcaciones de bandera paraguaya”.
Martínez añadió que se necesita además un marco jurídico y económico estable que dé seguridad a los inversores, preparar a la futura demanda, tanto de las tripulaciones como de trabajadores en tierra.
“La flota paraguaya, que hoy es la principal de la hidrovía, debe seguir siendo competitiva en los servicios que presta que son fundamentales para este impacto económico, como el mantenimiento de la flota, reparaciones y la actividad de los astilleros”, recalcó.