Un ranking elaborado a mediados del año pasado por el portal Statista sobre los equipos deportivos más rentables del mundo mostró que lidera la lista Dallas Cowboys, de la NFL, con más de US$ 1.170 millones generados en ingresos operativos. El segundo lugar lo ocupó New England Patriots, también de la NFL con US$ 623 millones.
Un equipo de fútbol, Tottenham Hotspurs, de la Premier League inglesa alcanzó el tercer lugar con US$ 414 millones y en el cuarto puesto New York Knicks, de la NBA, obtuvo ingresos por US$ 404 millones. El top 5 cerró con el también inglés Manchester United, con US$ 403 millones.
La lista muestra el volumen de dinero que se mueve en el mundo del deporte de alta competencia, y que las disciplinas colectivas son las más apetecibles, por su gran visibilidad y convocatoria, para los anunciantes e inversores, lo que a su vez en sueldos multimillonarios para las grandes estrellas.
En Paraguay, aun sin contar con datos certeros, el fútbol es, por lejos, el deporte que paga los mejores salarios, y sus protagonistas, jugadores e instituciones, los más demandados a la hora de hacer conocer una marca. Pero ¿Cuál es el segundo deporte más rentable, tanto en términos de ingresos para los atletas como en ganancias para los anunciantes?
“El segundo deporte más rentable es el fútbol de salón, y detrás de él, el hándbol femenino, que no está suficientemente explotado, y que si se eso se hace correctamente va a ser más rentable que el fútbol de salón”, destacó Gerardo Acosta, presidente de la Federación Paraguaya de Atletismo y experto en derecho, economía y gestión del deporte.
La razón detrás de la rentabilidad de estos deportes está en el hecho de que el fútbol de salón está instalado en todo el país con alrededor de 80 federaciones, en tanto que el hándbol femenino se juega en 40 o 50 localidades y ha logrado éxitos internacionales.
“Hay una potencialidad muy grande en el hándbol. Es el deporte colectivo de las mujeres, y si la Confederación Paraguaya de Handball tuviera una red de competición en todo el país, sería un deporte altamente rentable para patrocinadores por el target mujeres”, agregó Acosta.
Quién paga mejor
Otra arista del término rentabilidad es lo que los atletas perciben por practicar algún deporte o disciplina atlética. En esta área los más rentables para los anunciantes, el fútbol de salón y el hándbol femenino, se bajan del podio, porque el primero solo paga premios y viáticos y el segundo es amateur. Valga la aclaración de que en estos deportes hay ejemplos de jugadores y jugadoras que sí se volvieron profesionales jugando en equipos del exterior.
El deporte colectivo que sí tiene profesionales es el básquetbol. Según Acosta, los equipos, que participan en la liga nacional, tienen a un 50% de su nómina con ingresos que les permiten vivir dedicándose exclusivamente a jugar. Los salarios oscilan entre US$ 5.000 y US$ 7.000. El futsal FIFA, que tiene el respaldo de la APF y de los clubes de fútbol, también paga sueldos a sus atletas.
Pero las disciplinas que otorgan más beneficios en metálico son el tenis y el golf, deportes individuales en los que la calidad y el talento de sus cultores les permitió tener ganancias suficientes como para llevar una vida holgada económicamente.
El caso más conocido es el de Víctor Pecci en el tenis, con Carlos Franco como su paralelo en el golf. A ellos se les sumaron Ramón Delgado, Larissa Schaerer, Rossana De los Ríos, y más acá en el tiempo, Verónica Cepede y Daniel Vallejo en tenis, y Fabrizio Zanotti y Sofía García en golf.
“El tenis y el golf son los deportes mejor pagados, pero depende del nivel al que llegue el deportista. En tenis hay que estar entre los 100 primeros del ranking para mantenerse y por lo menos entre los 50 primeros para tener ganancias”, aseveró Larissa Schaerer, quien hoy es la titular del Comité Olímpico Paraguayo.
La extenista agregó que hoy también hay que incluir a las redes sociales y a los sponsors en la ecuación. “Camila Pirelli practica atletismo que no ofrece mucha rentabilidad, pero tiene una imagen y se va haciendo camino, obtiene patrocinio. Claro que para eso hay que alcanzar un buen nivel. En atletismo o natación no te hacés millonario, tenés que vender otras cosas”, dijo.
Hay otros deportes que si bien económicamente no reditúan, sus practicantes sí consiguen becas gracias a alguna disciplina. “Hay golfistas, jugadoras de vóley, remeras como Nicole Martínez; y están los que viven, gracias a lo que hicieron como deportistas, dando clases, llevando adelante academias”, añadió Bruno Zubizarreta, jefe de gabinete de la Secretaría Nacional de Deportes.
La reflexión final pertenece al periodista Pedro García Garozzo, quien afirmó que también hay lucro que no se traduce en dinero.
“¿Cuánto cuesta una carrera universitaria en EE.UU.? Montserrat Viveros, esgrimista, no cobra por competir pero está en una universidad de primer mundo. No siempre pasa por la estructura de cada deporte, sino por valor unitario del atleta que se torna profesional y lucra en consecuencia”, remarcó.