¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Vengo de una familia de panaderos, propietaria de la panadería La Palmera, con 94 años en el mercado. A los 17 años viajé a Buenos Aires y ahí empecé mi aprendizaje en una panadería de gran renombre. Cuando volví de Europa le dimos vida a Karu en el 2011, donde somos dos propietarios, Mónica García y yo, y nos dividimos los roles. Yo soy el técnico gastronómico de la empresa y gerente de producción.
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¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
Todos. De hecho creo que activar esto es una carrera de obstáculos y es difícil abrir una empresa en este entorno o sistema que llamamos ciudad o país, que no te da lo que necesitás.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
Estar vivo. En la pandemia crecimos 50%, y lo logramos dentro del rubro al que pertenecemos, el más castigado de todos. Hasta hoy hay muchos que no han recuperado la facturación de pre pandemia.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Escuchar y acercarse a los colaboradores, crear espacios para escucharles y estar cerca de ellos.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Hay una relación de 90% de problema y 10% de facilidades. No quiero usar esta palabra pero creo que vivimos casi en una cierta anarquía. Cuando uno necesita una mano, o facilidades, el Estado no llega -no porque no quiere- con las herramientas que piden los emprendedores. Yo tenía que pagar la misma tasa que un supermercado que tiene posiblemente 115 locales; me refiero a la tasa que me cobra mi regulador, el INAN.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
A mí me gustaría ver mucha mayor creatividad, que la hay, pero no acabamos de creer del todo en ella. En Paraguay hay un ambiente de creatividad que no tiene mucha cabida dentro del mercado. Este mercado podría ser mucho más audaz, porque somos muy pequeños.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Hoy día la formación es muy importante. Voy a hablar de mi caso: cuando nos tuvimos que enfrentar a la situación más compleja que pasamos históricamente, la pandemia, tener el conocimiento como empresario y técnico del rubro nos dio las herramientas suficientes para encontrar soluciones.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
En este momento estoy leyendo un libro que considero muy instructivo para la empresa, escrito por un empresario: Sentir en el trabajo, de Christian Eulerich. Me mueve muchas cosas, lo recomiendo.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Escuchándoles, como ya dije. Y cuando empezamos a percibir dividendos en la empresa, con mi socia decidimos que un porcentaje se iba a repartir entre los colaboradores que participaron en el ejercicio completo. Esa es una gran motivación, es como prepararles para jugar la final de un Mundial.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Intento mantener el equilibrio y pongo a la actividad que genera el trabajo como una parte separada de mi vida en casa; trato de ser coherente con eso. Y esa coherencia es lo más saludable para combatir el estrés.